Opinión

Porque fueron, somos

En recuerdo a Carmen Álvarez

En el año 2021, nos despedimos de Carmen Álvarez, una mujer que se definía con orgullo como comunista. Comprometida profundamente con su ciudad, militante activa destacando en áreas relacionadas con la vivienda, la salud, la justicia y la igualdad. Su legado perdurará en la memoria de quienes la conocían y la acompañaban en sus reivindicaciones.

Para quienes, como yo, no tuvisteis el honor de compartir espacio con ella, os cuento que Carmen tenía una incansable dedicación y trabajó para mejorar la sociedad en general y su comunidad en particular. Emigró a Francia durante los años sesenta, colaborando con el Partido Comunista durante la dictadura. Tras su regreso a su Gijón natal, continuó participando, en clandestinidad, en movimientos sociales contribuyendo a ganar espacios de libertad en los últimos años del franquismo. Fue fundadora de la A VV Atalía en el Natahoyo, siendo el movimiento vecinal una de sus grandes preocupaciones. Carmen era una mujer respetada, con una voz firme que no temía alzar para defender los derechos y necesidades de quienes lo necesitaban. Dedicó su vida a promover la solidaridad con el pueblo cubano o a la recuperación de la Memoria Democrática. A la mejora de la Sanidad, la erradicación del chabolismo en Gijón, pionera en la lucha por conseguir viviendas sociales, colaborando en instituciones como Proyecto Hombre, la Cocina Económica, o el Albergue Covadonga. Su compromiso con la justicia social y la igualdad ha dejado una huella imborrable en nuestra ciudad.

Gijón estaba en Carmen y Carmen está en Gijón, en concreto en su barrio del Natahoyo, donde siempre puso a las personas por delante de otros intereses. Siempre cerca de los problemas para ayudar, nunca dejó de lado a quien necesitaban de ella.

Su tesón y voluntad le valió el reconocimiento vecinal en 2019 recibiendo el Premio Atalía. La escuela, el parque y la cooperativa vecinal nacieron de su compromiso social. Todo ello desde la humildad y sin querer llamar la atención, ya que odiaba el protagonismo.

No podemos olvidar su paso por el Ayuntamiento de Gijón, como concejala de Izquierda Unida durante dos legislaturas. Militante desde sus propias ideas comunistas, siempre muy consecuente y coherente con su pensamiento, pero muy respetuosa con todas las personas. Quería un Gijón mejor y nunca dejó de intentarlo.

A pesar del tiempo, hoy queremos honrar su memoria celebrando su legado de compromiso, solidaridad y lucha. Su implicación no solo como activista, sino también como concejala abrió un camino indiscutible. Carmen, era y es un ejemplo de entrega y sacrificio, una fuente de inspiración para las generaciones más jóvenes, recordándonos que, gracias al esfuerzo y la valentía de mujeres como ella, se han abierto caminos que nos permiten seguir adelante en la lucha por un mundo mejor.

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