Los pequeños arqueólogos de Grado y Belmonte "invaden" el Museo Arqueológico

Los moscones presentan los resultados de la campaña de excavaciones para determinar si el origen de la villa está en el barrio El Casal

Los alumnos, en el Arqueológico.

Los alumnos, en el Arqueológico. / Mario Canteli

Ángela Rodríguez

El trabajo del grupo de investigación arqueológica Llabor trasciende el ámbito universitario, la colaboración con centros educativos o cualquier objetivo que pueda reflejarse en una memoria de proyecto. Su labor es de la de mancharse las manos, desenterrar vocaciones y rescatar el patrimonio material e inmaterial de un "mundo rural muchas veces olvidado y maltratado". De ese arte han hecho oficio, consiguiendo inaugurar ayer en el Museo Arqueológico de Asturias una muestra con los resultados de las investigaciones arqueológicas realizadas por más de doscientos escolares de Grado y Belmonte de Miranda.

"Para nosotros es importante que el alumnado del medio rural tengan las mismas oportunidades formativas que los de las ciudades. Ese ánimo es el que está detrás del proyecto ConCiencia Histórica que en, este curso, dedicamos al Camín Real de la Mesa", explica Margarita Fernández Mier, catedrática de Historia Medieval de la Universidad de Oviedo y coordinadora del Grupo Llabor.

"Desde el propio Camino Real a lo que supone el mercado de Grado, pasando por temas como la ganadería o el estraperlo", los investigadores han guiado durante meses las pesquisas e indagaciones de los más pequeños. En Grado, trabajaron para averiguar si el origen de la villa pudo estar en el barrio El Casal. En Belmonte centraron los sondeos en el claustro del monasterio de Lapedo.

"Con esta exposición queríamos que, de alguna manera, el mundo rural se dejase ver en el urbano. Y con esa idea nos planteamos esta especie de invasión del Arqueológico, porque nos parecía importante que el alumnado enseñara los proyectos tan guapos, originales e innovadores que pueden hacer en el museo donde se custodia el patrimonio que nos identifica", asevera la catedrática.

Tras varias sesiones de excavación y otras de documentación y clasificación de hallazgos, los escolares dieron forma a la muestra con sus conclusiones. Compartiéndolas ayer, entre otros, con la consejera de Cultura, Vanesa Gutiérrez. La exposición puede disfrutarse hasta el día 15 de septiembre en el Arqueológico.

"Reivindicamos una mayor implicación de los investigadores y, muy especialmente, del mundo universitario en proyectos que sirvan para despertar vocaciones de investigación y para levantar la autoestima y los valores identitarios del mundo rural. Su patrimonio tan desconocido no solo tiene que ver con las piezas monumentales que se atesoran en museos, también con las formas de entender y gestionar el territorio", defiende la coordinadora del proyecto.