G7 en Apulia

El Papa, Milei y China, el cóctel del segundo día del G7 en Italia

Los líderes de las democracias más ricas del mundo quieren enviar un mensaje de firmeza a Pekín por supuesta sobreproducción y por ayudar a Rusia con tecnología y capacidad

Cena en un castillo y banderas en paracaídas, los líderes del G7 se relajan en Italia.

Cena en un castillo y banderas en paracaídas, los líderes del G7 se relajan en Italia. / EFE

Irene Savio

A pocos metros de las aguas cristalinas del Adriático, el G7, el grupo de las democracias más ricas, tendrá este viernes un día atareado. Tras una primera jornada centrada en el sostén económico y militar a Ucrania, la reunión acogerá este viernes al papa Francisco, único líder religioso invitado a la cumbre. El jefe de la Iglesia católica, que mantendrá diversos encuentros bilaterales —entre ellos, con el presidente estadounidense, Joe Biden, y el de Ucrania, Volodímir Zelenski— tiene previsto hablar de Inteligencia Artificial, un tema que Italia, presidenta de turno del bloque, ha querido con mucho énfasis que estuviera en la agenda. 

Puede, además, que sea el único momento de relativa calma de la reunión. La razón es que el gran elefante en la habitación de la reunión será un país que es protagonista sin estar: China. Los líderes del G7 tienen previsto enviar un mensaje al gigante asiático por su supuesta sobreproducción. Además, desde EEUU, también se ha sugerido que es necesario que se trasmita un aviso a Pekín para que dejen de apoyar, aunque sea indirectamente, a Rusia, en su guerra contra Ucrania. 

El propio Joe Biden, el presidente estadounidense, lo dejó claro en sus primeras declaraciones al llegar a la cumbre. “China no está suministrando armas (a Rusia), pero sí la capacidad para producir esas armas y la tecnología disponible para hacerlo, por lo que, de hecho, está ayudando a Rusia”, ha afirmado el mandatario norteamericano. Sus palabras llegan después de que el martes, la Unión Europea anunciara que impondrá aranceles adicionales (de hasta el 38%) a automóviles eléctricos importados de China a partir de julio, lo que la expone a represalias de Pekín. 

Equilibrios complicados

Ya en las reuniones de G7 de Finanzas de mayo, China había sido uno de los grandes temas. Allí los ministros de Economía del G7 consideraron la posibilidad de tomar medidas. “Si bien reafirmamos nuestro interés en una colaboración equilibrada y recíproca, expresamos nuestra preocupación por el uso por parte de China de políticas y prácticas no de mercado que socavan a nuestros trabajadores, industrias y resiliencia económica”, se leía en el documento firmado por las siete democracias más ricas.

Por eso continuarán "vigilando los posibles impactos negativos del exceso de capacidad y considerarán tomar medidas para garantizar la igualdad de condiciones, en línea con los principios de la Organización Mundial del Comercio (OMC)", continuaba ese texto. Aun así, el tema, que probablemente se debatirá hoy en una sesión sobre seguridad económica, puede también que muestre algunas diferencias entre los miembros del G7. Esto debido a que los países europeos también quieren evitar a toda costa una guerra comercial con el país asiático. 

En cualquier caso, para rematar el día, parte de la atención también estará puesta en el presidente argentino, Javier Milei, que, a diferencia del español Pedro Sánchez, sí ha sido invitado a la reunión. Milei, que se encontrará también en una bilateral con la primera ministra italiana, coincidirá con uno de los sus grandes figuras antitéticas en Latinoamérica: el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, quien también acude a la cumbre del bloque.

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