Ataque a Israel

Un dron hutí deja al menos un muerto y siete heridos en Tel Aviv

El Ejército de Israel investiga "en profundidad" las razones por las que no se activaron las alarmas aéreas

Policía israelí en el aeropuerto de Tel Aviv.

Policía israelí en el aeropuerto de Tel Aviv. / Nir Alon/ZUMA Wire/dpa - Archivo

Andrea López-Tomàs

Vuelve el terror a Israel. Esta madrugada la población de Tel Aviv ha sentido de nuevo la amenaza de sus enemigos. Un dron hutí lanzado desde Yemen ha alcanzado esta ciudad costera israelí, matando a una persona e hiriendo a una decena. El avión no tripulado cargado de explosivos ha impactado contra un edificio de apartamentos en el centro de Tel Aviv, muy cerca de la sucursal de la embajada de Estados Unidos. La Fuerza Aérea israelí ha comunicado que el vehículo había sido identificado, pero que, debido a un error humano, las defensas aéreas no lo atacaron, ni tampoco sonaron las sirenas. El movimiento hutí de Yemen ha reivindicado el ataque, el primero letal en suelo israelí.

Hace meses que los habitantes de Tel Aviv no veían su sueño interrumpido. Pero este viernes de madrugada el ataque aéreo ha irrumpido con un sonido atronador, ha provocado una lluvia de metralla y ha esparcido fragmentos de vidrio en un amplio radio del centro de la ciudad. "Estamos llevando a cabo una investigación hoy y en los próximos días para entender exactamente desde dónde se lanzó la amenaza y cuáles son las respuestas necesarias para defender el país y cuáles son las respuestas de ataque contra quien está amenazando al estado de Israel", ha dicho el contralmirante Daniel Hagari, portavoz del Ejército de Israel. El ataque ha tenido lugar en una zona hotelera donde se concentran gran parte de los evacuados del norte y del sur del país, que han vuelto a ver su confianza en el Ejército mermada.

El culpable ha sido un dron Samad-3 de fabricación iraní que había sido modificado para tener un mayor alcance. Según la investigación preliminar del Ejército, habría volado hacia suelo israelí durante varias horas a baja altitud. "La importante operación militar", en palabras del portavoz hutí, Yahya Sare’e, se ha llevado a cabo con éxito con un nuevo dron capaz de "eludir los sistemas de interceptación del enemigo". "Seguiremos atacando estos objetivos en respuesta a las masacres del enemigo y a los crímenes diarios contra nuestros hermanos en la Franja de Gaza", ha declarado Sare’e. "Nuestras operaciones sólo cesarán cuando cese la agresión y se levante el asedio al pueblo palestino en la Franja de Gaza", ha añadido.

Israel no responde

Durante los últimos nueve meses, los ataques de los hutíes se habían reducido a las agresiones sobre los buques con cualquier vinculación con el Estado hebreo y sus aliados que navegaban por el mar Rojo y el golfo de Adén. Igual que la frontera con el Líbano, donde actúa la milicia Hizbulá, se trata de "frentes de apoyo" a la lucha de Hamás en Gaza. Todos los lanzamientos de objetos no tripulados hacia territorio israelí por parte de los hutíes habían sido interceptados antes, ya sea por las fuerzas hebreas o por sus aliados occidentales en la región. Israel no ha respondido a ninguno de ellos. Hagari ha reconocido que otro avión no tripulado fue interceptado fuera del territorio israelí hacia el este al mismo tiempo que el ataque y ha anunciado que está aumentando las patrullas aéreas de sus fronteras. 

Poco han tardado los miembros más ultraconservadores del Gobierno de Binyamín Netanyahu a criticarlo. Al ministro de Seguridad Nacional de extrema derecha, Itamar Ben Gvir, se le ha sumado el líder de la oposición, Yair Lapid, en los reproches al Ejecutivo israelí por ser incapaz de proteger al país. "No hay políticas, no hay planes, todas las relaciones públicas y las discusiones son sobre ellos mismos", ha dicho Lapid en las redes sociales. Ben Gvir ha aprovechado la ocasión para hacer valer sus intereses de nuevo, alegando que el ataque a Tel Aviv y otras áreas de Israel son "precisamente la razón por la que insisto en estar en la mesa para determinar la política de Israel".