La marea verde inunda Llanera: una multitud ciclista celebra la XXXI Fiesta de la Bicicleta

Hugo Suárez tiene 11 años y es un apasionado de las bicicletas. Tanto es así, que lleva desde los cuatro entrenando en el Club Sensey Trial de Llanera. El sábado, el pequeño participó en el Campeonato Regional de Trial de Castilla y León, que tuvo lugar en Béjar, alzándose campeón. Pero este domingo tenía una cita a la que no podía faltar. «Emprendimos el viaje por la tarde y llegamos a Llanera a las 2 de la mañana», cuenta su padre, Ángel Suárez. Y todo para participar en la Fiesta de la Bicicleta que cada año organiza el Ayuntamiento, en colaboración con Asturies ConBici, a la que asistieron cerca de 300 personas. En esta ocasión la cita cumplió 31 ediciones.

Icíar Álvarez y Ramón Aser, con su pequeño hijo Aser, de tres años, también se desplazaron desde Ables, donde viven desde hace dos años «para participar en esta actividad en familia». «Este es el segundo año que venimos, pero desde que nos mudamos a vivir aquí intentamos apuntarnos a todas las actividades donde podamos participar juntos», explican. De momento, el menor va en un portabebés instalado en la bicicleta de su padre, pero «yo ya sé andar en bici sin ruedines», comenta el pequeño orgulloso.

La Fiesta de la Bicicleta de Llanera tiene por objeto «promocionar el uso de la bicicleta, donde, pasando un rato agradable, ayudamos a conseguir una movilidad sana y sostenible, más necesaria que nunca en estos tiempos», indica David Ripoll, uno de los voluntarios de Asturies ConBici, que lleva más de ocho años colaborando con el Consistorio en esta marcha. «Nosotros nos encargamos de las posibles incidencias que pueda haber, un pinchazo o una caída, y también de mantener a los participantes agrupados». 

Así fue la XXXI Fiesta de la Bicicleta de Llanera

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Las inscripciones para participar en la marcha comenzaron a las diez de la mañana en el Polideportivo Municipal de Posada de Llanera que, conforme pasaban los minutos, iba convirtiéndose en un aparca bicis improvisado.

Dos horas y 18 kilómetros

El recorrido llevó a los participantes por El Cruce, Posada, Lugo, el polideportivo José Martínez Sierra, «Botón», El Truébano, Cruce La Bérvola, Ables, Portiella, Guyame, San Cucao y, nuevamente, el polideportivo de Posada, donde finalizó la jornada. Dos horas para realizar un trayecto que, a pesar de rondar los 18 kilómetros, «es una marcha abierta a todo el mundo y a la que, sobre todo, vienen muchas familias, más si hace buen tiempo», destaca Ripoll. 

Profesionales, novatos y familias pero también muchos grupos de amigos. Como, por ejemplo, Laura García, de nueve años, que se acercó con sus compañeros de Posada, de entre 10 y 12, «porque nos gusta mucho andar en bici, aunque no pertenecemos a ninguna escuela», apunta. Laura García lideraba al grupo de amigos formado por ocho personas provenientes de Agüera y Guyame, en Llanera, en «lo que supone nuestra segunda participación en la marcha».

En la pasada edición, fueron más de 250 personas las que pedalearon en esta marcha cicloturista, cifra superada en la presente y en un evento que atrae por favorecer la actividad física, el ocio en familia o con amigos y la movilidad sostenible.