Cuando el asturiano suena muy raro: Roberto González-Quevedo analiza el fenómeno de la "che vaqueira", una singularidad fonética del occidente astur

Menéndez Pidal relacionó este tipo de pronunciación con la llegada de gentes del sur de Italia

Roberto  González-Quevedo, con el libro sobre la "che vaqueira".

Roberto González-Quevedo, con el libro sobre la "che vaqueira". / E. L.

E. L.

El doctor en Antropología y Filología Roberto González-Quevedo acaba de sumar a su larga lista de publicaciones en asturiano y sobre el asturiano un libro dedicado a la "che vaqueira", un fenómeno lingüístico característico del Occidente de Asturias y de la zona colindante de León, considerado uno de los rasgos más raros del asturiano. "Tiene un aquel especial, es un sonido que llama mucho la atención. Tiene que ver con el hecho de que es un sonido muy frecuente en lenguas de la zona de la India. Por eso incluso entre algunos lingüistas se le da un aire un tanto misterioso, que no tiene en absoluto".

En el estudio titulado "Sobre la ‘che vaqueira’", este escritor, antropólogo y filólogo y miembro de la Academia de la Llingua –durante tres décadas fue el secretario de la institución– usa el término "che vaqueira" por su arraigo popular, aunque su uso no se circunscribiera únicamente a este grupo de los ganaderos trashumantes. La alternativa hubiera sido usar la terminología del filólogo y referirse a ella como una "africada retrofleja sorda" pero "la gente no sabría de qué estoy hablando", comenta González-Quevedo. "Es un sonido extraño, poco frecuente, aunque hay varias lenguas que lo tienen. Las palabras que en latín empezaban por ‘l’ en esta zona se transformaron en che vaqueira. Por, ejemplo, ‘luna’ aquí es ‘l.luna’. También cuando aparece ‘ll’ en medio de una palabra se transforma en ‘che vaqueira’. Es un fenómeno muy llamativo. En España se da solo en Asturias y un poco en el Pirineo. Después también aparece, en un fenómeno muy parecido, en el sur de Francia y en Italia. En los años 50 del siglo pasado, llamó especialmente la atención de los grandes lingüistas europeos. En España, concretamente, de Menéndez Pidal y algunos de sus seguidores. Pero continúa teniendo tirón. El año pasado salieron varios artículos en revistas internacionales sobre este sonido".

No solo es una pronunciación rara. También está en extinción. "Se está perdiendo en todo el Occidente de Asturias y en la zona de León donde tenía presencia. Se está produciendo un fenómeno muy parecido al ‘yeísmo’: por ejemplo, cada vez más gente pronuncia ‘pollo’ como ‘poyo’. Y aquí la ‘che vaqueira’ la confunden con la ‘che’".

González-Quevedo dedica una parte del libro a detallar cómo es la distinta grafía de este sonido llamado técnicamente retroflejo sordo, que se produce cuando "la punta de la lengua se dobla hacia atrás al chocar con el paladar". Pero la mayor parte del volumen trata de recoger todas las teorías que intentan explicar su origen y que comenzaron a publicarse ya a finales del siglo XIX. "La más llamativa para la gente es la de Menéndez Pidal. Según este autor, la ‘che vaqueira’ en el Occidente de Asturias solamente puede explicarse porque, cuando se produjo la romanización, mucha población del sur de Italia había venido hacia aquí, sobre todo con la explotación del oro. Habría un grupo importante de italianos del sur que colonizaron la zona y, entre otras cosas, nos transmitieron ese fenómeno lingüístico. Según Menéndez Pidal es inexplicable de otra manera. Esta teoría es muy sugerente. Tuvo muchas críticas y, aunque hoy en día no suele aceptarse, también se mira con respeto", apunta. "Otra teoría muy importante fue la de un grupo de autores del estructuralismo, entre los que está Alarcos. Sostienen que el propio sistema de fonemas dio lugar a éste para diferenciarse de otros", explica este escritor y filólogo.

González-Quevedo reseña que la distribución territorial de los asturianos que usaban la "che vaqueira" presenta una "extraña" singularidad: "Estamos acostumbrados a ver el territorio dividido entre asturiano occidental, el central y el oriental. Pero la ‘che vaqueira’ se mete en el mapa ‘por debajo’ del asturiano central, hacia el sur, de tal manera que hasta en Aller existe la ‘che vaqueira’, y muy viva. Y lo mismo en Lena. Es una excepción rarísima. Lo cual nos apunta a hipótesis de que se habría extendido por los mismos pobladores, como sostenía Menéndez Pidal. Alarcos no lo niega, por supuesto que puede tener un origen histórico, pero dice que no tenemos datos, no sabemos cómo hablaban".