Somiedo está cuajada de orquídeas, así lo demuestra la guía que ha publicado el divulgador madrileño Emiliano Navas

El autor saca provecho a sus más de 30 años de visitas al parque natural asturiano y cataloga 32 especies de esta flor silvestre

De izquierda a derecha: "Dactylorhiza ericetorum", "Dactylorhiza sambucina" e "Himantoglossum robertianum" u orquídea gigante.

De izquierda a derecha: "Dactylorhiza ericetorum", "Dactylorhiza sambucina" e "Himantoglossum robertianum" u orquídea gigante. / Ediciones Emilianenses

A. Rubiera

A. Rubiera

Somiedo tiene una nueva guía para disfrutar de su parque natural de la forma más plena. Y, sobre todo, para poner nombre a las bellezas que plagan este espacio privilegiado de la región. Se trata de la "Guía de orquídeas de Somiedo" (Ediciones Emilianenses), un manual práctico para salir al campo con más de 100 fotografías tomadas del natural y 150 ilustraciones que recogen hasta 32 especies de orquídeas del parque de Somiedo, "clasificadas por su color y detallando con ilustraciones las características decisivas para llegar a identificar la planta", explica su autor, Emiliano Navas Sánchez.

La obra propone, según su autor, "un acercamiento a la botánica de la manera más evidente, es decir, a partir del color que muestran los pétalos de las orquídeas. Es una guía divulgativa, práctica, de bolsillo, adecuada como libro de consulta en paseos, excursiones y aulas didácticas de la naturaleza".

El madrileño Emiliano Navas Sánchez es educador ambiental y editor (en 2003 fundó con la ilustradora Valle Camacho Matute la casa editorial Ediciones Emilianenses), especialista en divulgación científica y un enamorado de Somiedo, un concejo que visita desde hace más de 30 años. De ahí que este sea su segundo trabajo de observación sobre la zona, tras el manual genérico de flores que editó el pasado año. Ya en ese volumen recogió 23 especies de orquídeas, y ahora llega el nuevo con el trabajo aumentado.

Somiedo está cuajada de orquídeas

Emiliano Navas, en Somiedo. / Ediciones Emilianenses

"Si desconoces el nombre de las cosas, desaparece también lo que sabes de ellas", suscribe Navas recurriendo a una cita de Linneo, 1753.

"El mundo de las orquídeas silvestres me fascinó hace años como plantas complejas y muy bellas, todas ellas protegidas, que suelen pasar desapercibidas, quizás eclipsadas por el tamaño de las orquídeas comerciales y por la influencia de diversos documentales", explica sobre su interés por este tipo de flores. Recuerda que "hace muchos años, junto a los amigos, encontrar una orquídea suponía un momento de éxtasis que nos llevaba bastante tiempo su pura contemplación". Y eso en Somiedo era relativamente fácil: "En mis viajes por aquí quedé asombrado de la diversidad y cantidad de especies" que había, sostiene Emiliano Navas. Y pese a todo, es consciente del mal que ha hecho la pérdida de vinculación del hombre con el mundo natural, ya que pese a su frecuencia en los campos asturianos, "algunas personas entrevistadas no sabían que existían aquí orquídeas en la zona. Es otro síntoma de lo que los educadores llamamos "ceguera a las plantas", señalando el desinterés por observar y estudiar el mundo vegetal, frente al mundo animal", describe.

Las 32 especies de orquídeas que componen el libro son solo las que ha podido describir "por nuestra experiencia visual, tomando fotografías directamente del natural; entendemos que no agotamos las posibilidades de encontrar otras especies más, y dejamos aparte los casos de híbridos que superan los objetivos didácticos de la guía", anota.

Dice, además, que el interés de la guía es, de nuevo, "promover un anhelo contemplativo en el paseante, ser una ventana abierta a la belleza de nuestra flora para acortar la gran distancia que existe entre el mundo vegetal y los humanos". Y, además, ayudar a quien lo lea a llegar a "esa fuente de placer que es el aprendizaje, incluso proponiendo hacer otro esfuerzo de memorizar el nombre científico de la orquídea en cuestión. Porque aprender un nombre en otro idioma facilita el proceso de aprendizaje y entender las características etimológicas del nombre científico de la planta ayudará, sin duda, a memorizarlo". Y ahí están, para el esfuerzo, los nombres de la "Dactylorhiza sambucina", la "Epipactis helleborine", y más.

"Epipactis helleborine" o reina de las nieves (a la izquierda) y "Ophrys insectifera" o "Mosca".

"Epipactis helleborine" o reina de las nieves (a la izquierda) y "Ophrys insectifera" o "Mosca". / Ediciones Emilianenses

¿Y qué tienen de especial estas flores? Pues a Navas le asombra, "aparte de la belleza y complejidad de sus estructuras, la gran adaptación evolutiva que han experimentado desde hace 66 millones de años. Por ejemplo, al pensar en las estrategias de polinización asociadas con insectos y en la producción masiva de semillas, y la necesaria asociación con diversos hongos para su germinación".

Ya sea en su versión de orquídeas o de otras plantas, lo que Navas tiene es un "mal" de Somiedo. Una zona natural privilegiada, dice, donde observa "un alto grado de conservación en el paisaje, por lo menos en los últimos 30 años. Me asombra el equilibrio entre la naturaleza y el hombre, y Somiedo afortunadamente no es una postal de fin de semana, sino un territorio con vida y trabajo propio".

Para aquellos a los que de esta lectura les surjan ganas de buscar orquídeas por Somiedo, Navas avisa que "ahora es el momento, pues casi todas las plantas están en floración".

Y para que a Somiedo no se le escape nadie, la guía recién publicada incluye una edición bilingüe castellano/inglés, "por el interés que vemos por las orquídeas en los turistas", asegura el autor, que también remarca que cada ficha del manual está planteada con ilustraciones gráficas que ayudan a identificar las claves necesarias para llegar a conocer el nombre concreto de la orquídea. "Creo que será una buena herramienta pedagógica", concluye.