La plaga de gusanos que arrasa con la vegetación en Seroiro (Ibias) y toma el pueblo: "Se suben por todos lados, esto es imposible"

"Si te paras unos segundos se suben por ti, suben por las paredes de las casas, se meten dentro, esto es imposible", claman los vecinos

Una plaga de gusanos devora todo a su paso en Seroiro (Ibias)

Demelsa Álvarez

Los vecinos del pueblo de Seroiro, en Ibias, han visto como en las últimas semanas el verde del monte que les rodea iba cambiando a color marrón. La causa está en una plaga de gusanos que la semana pasada llegó hasta las puertas de sus casas, tomando las calles de la localidad, lo que ha obligado a la Consejería de Medio Rural y Política Agraria a intervenir. La administración regional ha tenido que realizar un contrato de emergencia a una empresa especializada para fumigar los alrededores de la población, acción que ya se estuvo llevando a cabo este miércoles durante la mañana.

El gusano que devora la vegetación en Seroiro.

El gusano que devora la vegetación en Seroiro. / Reproducción de D. Á.

El insecto, conocido como Lymantria Dispar o lagarta peluda, fue arrasando toda la vegetación a su paso, tanto arbustos como árboles, dejando totalmente seco el monte y a su llegada al pueblo hizo lo propio con las huertas y plantas de los vecinos, que ya antes de la llegada de la empresa tuvieron que empezar a sulfatar alrededor de sus tierras de cultivo para intentar frenar el avance del insecto y poder conservar la producción de hortaliza.

«Hace un tiempo que empezaron a verse por el monte y a avanzar el color marrón, pero la semana pasada llegaron al pueblo y ahora los caminos están llenos de ellos, si te paras unos segundos se suben por ti, suben por las paredes de las casas, se meten dentro, esto es imposible», explica el vecino José Díaz, que asegura que es asombroso mirar al monte y no ver «nada verde». El único árbol que ha observado este vecino que resiste al paso del gusano es el laurel, al resto de especies han quedado totalmente deshojadas, desde castaños, abedules a pinos.

Gusanos comiendo las hojas de un árbol.

Gusanos comiendo las hojas de un árbol. / Reproducción de D. Á.

En los cultivos, las patatas y las plantas de judías han resultado de las más afectadas, pero gracias a la rápida actuación de los vecinos fumigando en torno a sus tierras de cultivo han conseguido mantener buena parte de sus plantaciones a salvo del gusano devorador.

Esta no es la primera vez que ven este insecto actuar en la zona, recuerdan haber visto antes su peculiar rastro en el monte, aunque reducido a pequeñas parcelas. Lo que están viviendo ahora les ha impresionado: «Íbamos viendo como avanzaba acabando con todo». Y es que se han sentido desbordados por la cantidad de gusanos que les han empezado a rodear. 

La explicación que les han dado sobre la causa de esta proliferación del insecto es el incremento de la temperatura, lo que parece que hace que se reproduzcan en mayor medida.

Ahora esperan que la intervención de la empresa contratada por la consejería solvente el problema. Este miércoles, tuvieron que permanecer durante unas horas en casa recluidos por prevención, mientras desde una camioneta se sulfataban los alrededores del pueblo abarcando una distancia de unos 18 metros por cada lado del vehículo.

No obstante, los temores no finalizan con el exterminio de los gusanos. El estado en el que queda el monte, totalmente seco, desprovisto de su manto verde hace pensar irremediablemente en las fatales consecuencias que podría tener si se desata un incendio forestal, ya que los vecinos creen que podría propagarse aún con mayor rapidez y arrasar todo ese monte ya devorado por el gusano.

También hay preocupación por el efecto que tendrá el insecticida aplicado sobre otras especies, con especial inquietud por las abejas, ya que algunos de los vecinos tienen colmenas.