La ventana de Santa Eulalia de Oscos que inspiró una novela (con premio incluido)

Noelia Velasco presenta en pleno bosque un trabajo literario que le hizo lograr el Premio Desnivel de Literatura en 2023

La ventana de Ancadeira protagonista de "Una ventana al bosque".

La ventana de Ancadeira protagonista de "Una ventana al bosque". / Á. R.

La guía de naturaleza avilesina Noelia Velasco presentó este fin de semana en Santa Eulalia de Oscos su novela "Una ventana al bosque", un trabajo literario con el que se alzó en 2023 con el premio "Desnivel" de literatura. "Esta historia comienza en Piloña y termina en los Oscos. En Piloña me dieron un portazo y en los Oscos se me abrió una ventana", confesó Velasco al puñado de vecinos que se acercaron a una singular presentación en pleno bosque de Pumares, muy cerca del lugar que la inspiró para escribir.

 La avilesina no solo presentó el libro, que "habla de subsistir en la naturaleza salvaje, pero también de sobrevivir a nuestros miedos y apegos más profundos", en plena naturaleza, sino que guió a los participantes por una ruta de unos dos kilómetros hasta el pueblo abandonado de Ancadeira, donde se localiza la cabaña con la ventana que inspiró su trabajo editorial y que ilustra la portada. La escritora estuvo acompañada por el alcalde santallés, Francisco López, que defendió la singularidad de esta iniciativa cultural al aire libre. "Hemos intentado buscar un lugar, un espacio original y diferente para hacer la presentación de la novela. Qué mejor sitio que el propio entorno donde la escritora se inspiró para escribir la obra", apuntó, al tiempo que defendió cualquier propuesta que contribuya a "descubrir, conocer y valorar, más si cabe, parte de los tesoros etnográficos y naturales que tenemos en Los Oscos".

Velasco, que actualmente trabaja como guía en el museo gijonés Evaristo Valle, explicó que tenía un proyecto de vida previsto para el concejo piloñés que no pudo salir adelante, lo que le generó una gran frustación. "Mi sueño se rompió y empecé un tránsito de un año en el que lo pasé mal. Estaba decepcionada con las personas… y necesitaba sacarlo", señaló. Y su vínculo con Santalla, donde se crió su padre, le ayudó a sanar sus heridas. Contó Velasco que su abuela fue maestra en el pueblo de Vixande y que su familia estaba muy enamorada del paisaje de los Oscos.

"Con esta tierra tengo un vínculo desde mi infancia. Con mi pareja Marcos vengo muy a menudo ahora. Vivimos en Avilés y hay una distancia, pero merece la pena recorrer", señaló, al tiempo que confió en que el trabajo pueda servir de ventana para que más personas conozcan el territorio. "Si a la zona le puede venir bien la ventana que abre el libro, estupendo. Ya me han escrito personas diciendo que se han venido a los Oscos a buscar la cabaña", añadió.

Velasco explicó que el libro, del que acaba de concluir la segunda parte, está teniendo muy buena acogida. En este sentido, apuntó que los concursos son una forma de llegar "cuando no tienes tan fácil acceso a las editoriales". El libro se presentó en un espacio conocido como la pedreira o cantera de Pumares y para Velasco fue especialmente emotivo: "Es un lugar muy simbólico. Yo me vi caminando por este bosque para sanarme y aquí estoy". La emoción de sus palabras fue correspondida con el aplauso del numeroso público asistente.