La nueva regulación de los aparcamientos en Cudillero, "económica", pero "un caos", según los turistas

La nueva regulación del aparcamiento de la explanada del puerto de Cudillero, que se puso en marcha a principios de julio y prohíbe el acceso más allá de esta zona a los turistas, no facilita encontrar una plaza. La mayor parte de los turistas se quejan de esta situación que hace que las esperas para estacionar sean más largas de lo esperado, pese a la activación de la zona azul de pago y la ordenación de las plazas. 

«Es un caos», sostiene Jesús Fernández, de Vigo, mientras busca los parquímetros donde expedir el ticket. «No visualizas dónde hay plaza y después tienes que encontrar el parquímetro», dice. A mediodía, el ir y venir de coches es continuo. Eloy Martín es de Castellón. Visita por primera vez Cudillero con su novia. Para evitar la multa, su pareja expide el ticket al otro lado del aparcamiento mientras él «cuida» el coche.

«Cuando hay mucha gente es normal que pasen estas cosas, pero lo que sí echo de menos es dónde dar la vuelta porque si no encuentras aparcamiento en muchas las calles llegan al final y no hay glorieta», observa. En la otra cara de la moneda están los turistas que creen «necesaria» la ordenación. «En un lugar así hay que hacer algo», opina Mónica Sánchez, turista de Guadalajara que visitó en más ocasiones Cudillero. Entre tanto, en los parquímetros muchos visitantes hacen cola para pagar.

De lo que nadie se queja el del precio. Por ocupar una plaza, se cobra un pago único de 2,5 euros. Janet Aguirre y Ángel Condorí son de Valladolid y estos días visitan Asturias. «Es una suerte pagar tan poco», comentan. La pareja estuvo una hora buscando aparcamiento, algo a lo que se resignan porque consideran «normal que pase si visitas lugares donde hay mucha gente, aunque por momentos piensas 'esto es horrible'». Rodrigo Fernández y Marta Guardiola son madrileños. El primero visitó en más ocasiones Cudillero y ayer estrenó la nueva ordenación de aparcamiento de pago del puerto. «Recuerdo que antes se aparcaba en menos tiempo», destaca. 

Entre la multitud, un grupo de turistas de Sevilla se queja de su particular situación: han encontrado aparcamiento, pero para llegar desde el puerto al alojamiento donde se hospedarán, en el relativamente alejado centro de la villa, tienen que portar las maletas en mano. Llaman a la policía local, que les advierte de que puedan acceder a la zona restringida en coche, pero más tarde deciden dejarlo en el puerto «porque después tenemos que volver a buscar aparcamiento de nuevo; si lo sé, no vengo», manifiesta Antonio Rodríguez. 

Elisa Martín visita Cudillero acompañada de su marido, Fernando Campos, y su perro, «Ron». «Está bien regular el aparcamiento porque el espacio es limitado», indica. Opina como ella Luis Miguel Martínez, de León. «Al final, esperas un poco y aparcas; es necesario ganar sitio para el peatón y no congestionar el centro», valora. Los que sí están «contentos» son los residentes en Cudillero, que «siempre encuentran un lugar donde estacionar», sostiene el Alcalde, Carlos Valle.

El regidor asegura que esta regulación hace posible que los vecinos de la capital de Cudillero tengan estacionamientos libres durante toda la temporada estival y opina que «aquí pasa como en un parking de una ciudad: si está lleno, toca esperar porque no hay más sitio», indica. El regidor recuerda que hay dos aparcamientos en Villademar con lanzaderas.