Opinión

Gerardo Sanz Pérez

La Feria de San Isidro ha vuelto a Llanera

Un referente en el norte de España que aspira a mejorar con los consejos de los ganaderos

Este pasado fin de semana Llanera volvió a organizar la Feria de San Isidro. Aquella cita del campo que comenzaba su andadura en 2017, de la mano de la ganadería llanerense, ha vuelto con más fuerza después del paréntesis del pasado año forzado por la pandemia del covid-19.

Consolidada como la feria referencia del norte de España, esta edición de la Feria de San Isidro suponía el resurgir de una importante herramienta para la ganadería, crucial a la hora de revitalizar el precio del ganado, y más importante aún, después de un largo año de restricciones por la pandemia.

El Ayuntamiento de Llanera volvió a dar un ejemplo de valentía, tesón y compromiso al ponerse manos a la obra en la organización de la Feria. Muchas dudas y muchos retos por delante, y sobre todo el más importante: garantizar la seguridad sanitaria de las personas. Por eso resultó duro dejar para el próximo año actividades tan emblemáticas como el desfile de animales o el arrastre de bueyes, o también, muy a nuestro pesar, limitar la entrada a solo profesionales y con restricciones de aforo. La situación extraordinaria que estamos padeciendo, y de la que esperamos salir muy pronto, requería que apretásemos el corazón y pensásemos con el cerebro. Lo importante era conjugar la seguridad sanitaria con las oportunidades de mercado para nuestra ganadería, y creo que lo hemos conseguido. La feria ha sido un ejemplo de organización para estos tiempos, así como el comportamiento de los profesionales de la ganadería, que ha sido de quitarse el sombrero, con las mascarillas, utilizando el gel, manteniendo distancia de seguridad, haciendo caso a las indicaciones del personal de seguridad... En definitiva, se ha marcado una buena línea de trabajo para las futuras ferias que esperamos se organicen a partir de ahora.

En Llanera nos gusta escuchar para mejorar, mejorar en la organización, ser impecables en el bienestar animal, y avanzar en el bienestar del ganadero. Por eso, tomamos buena nota de los consejos que nos trasladan los ganaderos.

Si algo saltó a la vista que no se hizo bien este domingo fue el reparto de las guías. No hace falta que nadie nos lo diga, somos totalmente conscientes de ello y por eso sentimos una gran decepción. Debemos el mayor respeto a nuestros ganaderos y profesionales, así como a los transportistas que tenían que trasladar a los animales a su destino, y por eso nos duele el tiempo que perdieron esperando por la entrega de las guías. Para nosotros, los ganaderos tienen nuestro máximo respeto, y su tiempo es oro en el día a día de su trabajo para sacar adelante al sector primario.

Al igual que somos conscientes de lo inútil que resulta mirar atrás para buscar culpables, el Alcalde de Llanera levanta la mano, da un paso adelante y promete que se hará todo lo posible y necesario para que el próximo año no se vuelva a repetir.

Nos vemos en San Isidro 2022.

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