Opinión

Las banderas azules, ¿un distintivo ambiental?

Un reconocimiento a las playas enfocado a premiar el buen servicio a los turistas

En 1985 la Fundación Europea de Educación Ambiental (FEEE) crea en Francia la denominación o reconocimiento "Bandera Azul", con el objetivo de premiar aquellas playas que cumplen con una serie de criterios ambientales, educativos, de accesibilidad y seguridad. En España, es la Asociación de Educación Ambiental y del Consumidor (ADEAC) quien se encarga de realizar las inspecciones y estudiar la entrega de este distintivo.

Los requisitos para obtener la bandera azul se basan en varios criterios. El primero, información y educación ambiental, es decir, que se informe de los espacios naturales sensibles y especies protegidas en esa zona costera, las normas locales de utilización de la playa, código de conducta, etc. El segundo, la calidad del agua, cumpliendo los requisitos y estándares de una calidad excelente de las aguas de baño, ausencia de vertidos, de aguas residuales y de otro tipo de sustancias contaminantes, medidas de control, etc. En tercer lugar, la gestión ambiental, constituyéndose lo primero un Comité de Gestión de la Playa, que sea responsable de la puesta en marcha y seguimiento de los métodos y actividades de gestión ambiental, así como del desarrollo de inspecciones de las instalaciones de la playa. Una correcta instalación, mantenimiento y vaciado regular de un número adecuado de papeleras y contenedores o infraestructuras para la recogida selectiva de residuos, existencia de sanitarios adecuados y limpios, buen mantenimiento y apariencia de los edificios y servicios de la playa, etc. Y, en cuarto lugar, seguridad y servicios, con presencia de socorristas titulados, equipo de primeros auxilios, señalización y control de zonas específicas para actividades incompatibles con el baño, así como de espacios protegidos en el área circundante a la playa si es que existen, accesos fáciles y seguros, punto de agua potable, rampas de acceso, etc.

Este verano en nuestro país se podrán ver las banderas azules en 638 playas, 102 puertos deportivos y 7 embarcaciones turísticas, lo que mantiene al territorio español como líder mundial de los últimos 30 años consecutivos. La Comunidad Valenciana continúa liderando el número de banderas azules con 159; seguido de Andalucía, con 156; Galicia, con 125 distintivos y, Cataluña, con 118. El resto de las comunidades según el número de banderas otorgadas son: Canarias con 60, Baleares con 46, Murcia con 33, Asturias con 17, Cantabria con 10, Extremadura con 11, País Vasco con 4, Melilla con 4, Ceuta con 2 y Madrid con 1.

Hasta aquí y sobre el papel todo muy bonito, pero ¿son las "Banderas Azules" verdaderamente un distintivo ambiental?

La realidad es que estas están más enfocadas en el servicio que se da a los usuarios, es decir, en la comodidad del bañista. Están bien para playas turísticas y se suelen aplicar sobre todo en entornos urbanos y semiurbanos como requisito para atraer el turismo internacional para los turoperadores. En lo que respecta a la naturalidad del entorno, aplican muy poco. A menudo se valora la creación de un aparcamiento para su accesibilidad o infraestructuras que dañarían el entorno natural. Lo mismo pasa con la calidad del agua de las playas, pues la directiva de Calidad de Aguas de Baño sólo asegura que ésta no tiene bacterias o no es residual, pero ¿qué pasa con los ecosistemas marinos? No se tienen en cuenta. No debemos confundir esta distinción con la calidad ecológica del litoral marino, ya que no tiene mucho que ver con ecología y medioambiente.

Lo que está claro según los datos es que más banderas azules no implica mayor cantidad de turismo, por lo que algunos ayuntamientos han llegado a rechazarlas por no poder hacer frente a los requisitos económicos necesarios para mantenerlas o, en el caso de Llanes y como apunta su alcalde, por las dudosas auditorías e inspecciones, si es que se hacen, para determinar las concesiones.

Lo realmente importante aquí y en cualquier playa del planeta es que, con bandera o sin bandera, cada uno de nosotros sea capaz de tener la responsabilidad de disfrutar de nuestras playas y de cualquier ecosistema natural, tanto marino como terrestre, con la mayor conciencia y respeto, para que nuestro "Paraíso Natural" siga siendo siempre el paraíso que queremos.

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