Opinión

Feijoo no se hará republicano

Las celebraciones del primer decenio de Felipe VI han cogido a todos con el pie cambiado. Se quiera o no, los gestos de los fastos son un sistema de signos que dibujan un retrato de la nueva monarquía, con la importancia que eso tiene, pues hoy por hoy una monarquía democrática es sobre todo un retrato, un sistema simbólico en sí mismo. La lista de los invitados al almuerzo es uno de esos signos: solo cabeza de instituciones "centrales" (para evitar desaires territoriales) y una apelación directa al pueblo llano. Feijóo se ha sentido desairado y, como en él es habitual (pero ¿quién tiene al lado este hombre?), ha reaccionado de la peor manera posible, asegurando que esa ausencia no afectará a su apoyo a la Corona. Es otro retrato, este suyo: ¿acaso pensaba que se pensaba de él un aprecio por la monarquía tan justito como para venirse abajo por no tener cubierto en la mesa?

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