Retrato de la generación X

"El diario de Bridget Jones" fue todo un fenómeno editorial en los años 90, también cinematográfico y hasta social. Empezó como una columna diaria en el periódico británico "The Independent", sobre un personaje ideado por Helen Fielding, una treintañera que vivía en Londres, obsesionada por encontrar pareja, intentando abrirse camino en el mundo laboral, en lucha con la báscula y con algunos problemillas con el alcohol y el tabaco. Su entorno familiar también tenía lo suyo y de la quema se salvaban sus amigos y poco más.

"El diario de Bridget Jones" era, y pretende seguir siendo, un retrato generacional. Las contemporáneas de la antiheroína de Fielding nos identificabamos fácilmente con ella: liberadas, pero no tanto; profesionales, pero muy cuestionadas y con poca fe en las propias competencias; algo bajas de autoestima, con muchos complejos, y dominadas por el ideal del amor romántico. Aguantábamos lo que hoy sería inaguantable. Así eran, así fuimos las mujeres de la generación X. El feminismo se ha ensañado con las novelas y las películas de Bridget Jones. Entre otras muchas cosas, es cierto, normaliza el acoso y una relación insana con el propio cuerpo y el canon comercial de belleza. Por mucho que nos pese, el retrato de como eran las treintañeras de finales de los 90 y principios de los 2000 está bastante afinado. Luego la mayoría, eso quiero pensar, ha ido corrigiendo sus errores.

La columna periodística de Fielding fue un éxito y dio para una novela, que publicó en 1996 y que repitió éxito, así que las andanzas de Bridget, sus enredos y sus inseguridades, dieron también para una película, que, evidentemente, fue otro éxito, y de éxito en éxito, ha llegado hasta hoy.

Las sucesivas entregas de sus diarios, en formato literario y cinematográfico, se han ido acomodando a los tiempos. Pese a cierta irreverencia en sus inicios, Bridget fue quemando etapas de un modo bastante convencional: estabilidad sentimental, hijos… Ahora llega a la cincuentena sin pareja, madre y con ganas de quemar los últimos cartuchos. Como ahora parece estar de moda, se lanza a una aventura romántica con un treintañero. Está interesada en el bótox y le incomoda la presbicia.

La nueva entrega de Bridget Jones, sacudida por una tragedia personal y sobrepasada por la maternidad, se titula "Mad about the boy", como aquella canción de Dinah Washington. En su versión cinematográfica volverá a estar protagonizada por Renee Zellweger y Hugh Grant –ya han trascendido las primeras imágenes de los dos juntos durante el rodaje–; Leo Woodall será el joven objeto de deseo de Bridget Jones, que se estrena en el mundo de las apps para ligar. El estreno de la película en Estados Unidos está previsto –¡qué oportuno!– el día de San Valentín de 2025.

Más adelante, es seguro si la recaudación sigue funcionando, veremos a Bridget en un retiro dorado, con algún amor otoñal, quizás en algún pueblecito de la costa balear, que tanto gusta a los británicos, e intentando evitar que sus hijos le endosen el cuidado de los nietos. De momento, le deseamos lo mejor, confiando en que haya aprendido a respetarse más de lo que lo hacía en sus primeros años.

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