Fase mesiánica del trumpismo

Condenado como es debido el fallido atentado, hay que proseguir el análisis. Sobre el nulo aprecio de Trump hacia las instituciones democráticas no hace falta escribir mucho: basta recordar las imágenes de la invasión del Congreso por sus fieles, jaleados desde la Casa Blanca. Lo peor es que la mitad más o menos de USA ha venido siguiendo tras él. Sin embargo para deslizarse de modo definitivo por la pendiente del caudillaje hacía falta un elemento carismático, místico, mágico, de amplio espectro popular, capaz de conquistar no solo a la franja de febriles conspiranoicos sino a la gran masa de creyentes en "la religión americana", nombre dado por Harold Bloom hace casi un tercio de siglo al credo común postcristiano ampliamente mayoritario allí. Es muy posible que tras el execrable atentado de Butler el trumpismo haya entrado en esa fase, de consecuencias imprevisibles para el mundo.

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