Opinión | L’aprecederu

Algo está pasando

Si siguen con atención la actualidad, encontrarán casi a diario noticias que señalan la dificultad de encontrar trabajadores para ciertos empleos. Un par de ellas: "Alsa trae conductores de Latinoamérica y Marruecos ante la falta de profesionales". "La construcción asturiana contratará a albañiles y encofradores en Paraguay".

Se dirán ustedes que ya lo saben, que, pese al altísimo número de parados, hay ocupaciones que nadie quiere. Pero si su afán de indagación va más allá, encontrarán informaciones que proporcionan otra perspectiva. Por ejemplo, entrevistada por Eduardo Lagar, Nieves Bermúdez Cotarelo, empresaria y artesana de Taramundi, señala que en el concejo, en que abunda el turismo, hay locales cerrados por falta de empleados, y que muchos jóvenes no dan continuidad a los negocios de sus padres o a sus talleres de artesanía.

¿Padres e hijos? ¿Continuidad? En mayo de este año se reunió en Xixón el Observatorio Nacional de la Artesanía. Veamos qué le dicen a Ana Paz Paredes: "La artesanía asturiana busca quien la continúe: todo ese conocimiento se va a perder. Los profesionales avisan de la falta de relevo generacional en algunos oficios".

Subamos ahora a Cabrales: "La producción de queso de Cabrales se desploma un 18%: ‘Los jóvenes se van a las ciudades, este trabajo es muy sacrificado’". Y ahora, al taxi en Xixón: "Los taxistas de Gijón alertan de la falta de relevo: los jóvenes no quieren acceder. Algunos hablan de ‘la falta de capacidad de sacrificio’ de la juventud".

Pasen ustedes ahora a la queja diaria de asociaciones vecinales o juntas de fiestas: los jóvenes no se incorporan. Y como final: "Solo uno de cada diez donantes de sangre es menor de 24 años: hay que garantizar el relevo".

Algo está pasando. Los jóvenes, en general, tienen otra idea del funcionamiento de la sociedad y de sus obligaciones para con ella. Y todo ello, con el mayor paro juvenil de Europa.

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