Abiertos al tráfico dos nuevos tramos acondicionados en el desfiladero de La Hermida, que une Asturias y Cantabria

Las obras, que se desarrollan en un entorno natural de gran valor, se iniciaron en 2022 y cuentan con un presupuesto de 73,4 millones

Uno de los tramos acondicionados en el desfiladero de La Hermida.

Uno de los tramos acondicionados en el desfiladero de La Hermida. / M. T.

Ramón Díaz

Ramón Díaz

El Ministerio de Transportes y Movilidad Sostenible ha abierto al tráfico dos nuevos tramos acondicionados de la carretera N-621, en el marco de las obras para la mejora de la plataforma y tratamiento ambiental de esta vía, en el tramo entre Castro Cillorigo y Panes, conocido como el desfiladero de La Hermida, que une Asturias y Cantabria.

El tramo abierto este martes tiene una longitud aproximada de 900 metros y está ubicado entre los kilómetros 159,100 y 160 de esta vía. Además, está previsto poner en servicio en unos días un nuevo tramo de 400 metros, entre los kilómetros 162,400 y 162,800. Ambos puntos están situados en la provincia de Cantabria.

Asimismo, conforme al plan de trabajos establecido, en las próximas semanas se abrirán al tráfico más de 1,9 kilómetros, repartidos en los tramos situados entre los kilómetros 161,700 y 162,400, en Cantabria, y entre los kilómetros 169,750 y 171, en Asturias. Con ello, la longitud total de los tramos ya acondicionados y en servicio ascenderá a 5,15 kilómetros, sumando los que se pusieron en servicio a finales de 2023. En total, en el marco de estas actuaciones, se está actuando sobre 17,2 kilómetros de la carretera.

A todo lo anterior, hay que añadir los 2,6 kilómetros ya acondicionados en el marco de otras obras de conservación y rectificación de curvas entre 2018 y 2020, en los que se invirtieron otros 7,65 millones. De esta forma, hasta julio se completará la mejora de 7,7 de los 20 kilómetros de la N-621 que discurren por el desfiladero de La Hermida.

Trabajo minucioso y delicado

El objetivo de los trabajos, que se iniciaron en 2022 y que cuentan con un presupuesto de obra de 73,4 millones de euros (IVA incluido), es lograr "una conducción segura, responsable y respetuosa con el entorno, sin incrementar la velocidad de circulación", ha señalado el Ministerio.

Para ello, se está trabajando en rectificar el trazado de varias curvas, en ampliar la plataforma para que tenga, como mínimo, ocho metros de ancho, con dos carriles de tres metros y dos arcenes de un metro cada uno, y en realizar otras mejoras de elementos de la carretera como drenaje, señalización, balizamiento y sistemas de contención.

"Así, además de mejorar de seguridad y conseguir un diseño de trazado legible y consistente, las actuaciones están encaminadas a facilitar el uso de la carretera por ciclistas y peatones, a adecuar los miradores y zonas de parada existentes y acondicionar zonas para aparcamiento", ha apuntado el departamento que dirige Óscar Puente.

El desfiladero de La Hermida, por el que discurre el río Deva, alberga una riqueza ambiental y paisajística única, destacando sus valores geomorfológicos y su relieve como elementos más significativos del paisaje. Atendiendo a las especiales características del entorno natural en el que se desarrolla la obra, durante la fase de proyecto se realizó un análisis meticuloso para identificar en cada tramo la solución más adecuada para potenciar la funcionalidad de la infraestructura, respetando y protegiendo la riqueza ambiental.

"El resultado de este minucioso proceso es una obra de ingeniería delicada y de un marcado carácter artesanal, que utiliza un abanico de soluciones diferentes, ajustadas a cada tramo, para alcanzar el ancho de vía deseado", destaca Transportes.

"En las situaciones más favorables, la solución implica la preparación y el saneamiento del terreno, a fin de instalar la capa de firme. Sin embargo, cuando esta alternativa no resulta viable, se opta por la implementación de muros de hormigón o escolleras, eligiendo la opción más adecuada en función de las características específicas del talud existente. Y en los escenarios más desfavorables, la solución consiste en la instalación de voladizos, que son estructuras de hormigón ancladas a vigas y asentadas sobre micropilotes", concluye.