Villahormes, en shock tras el apuñalamiento mientras la víctima sigue hospitalizada

El agresor, un ciudadano croata, pasará hoy a disposición judicial si el Juzgado de Llanes, inundado el martes, está en condiciones de abrir

La avenida principal de Villahormes (Llanes), la travesía de la AS-379, ayer, completamente vacía. | J. Q.

La avenida principal de Villahormes (Llanes), la travesía de la AS-379, ayer, completamente vacía. | J. Q.

J. Q.

La localidad de Villahormes, en el concejo de Llanes, amaneció ayer más silenciosa que de costumbre. Y la lluvia entristeció aún más un ambiente raro, diferente al habitual, más triste. En un pueblo generalmente tranquilo, en el que no suele verse más allá de algún desencuentro vecinal o breves discusiones de bar que no llegan a nada grave, se había vivido un apuñalamiento, en el cuello, a un segundo residente, un vecino de Madrid. Una agresión que previsiblemente será catalogada como intento de homicidio, cometida por un ciudadano croata que había llegado a la localidad hacía solo unos días con dos bolsas de ropa como único equipaje, pero "bien vestido y aseado", y que, según los pocos vecinos que ayer quisieron hablar –ninguno dio su nombre–, estaba "de paso".

Fue un ataque inesperado, repentino, sin ninguna provocación o enfrentamiento previo, sin mediar palabra, a traición, que dejó al madrileño herido grave (al cierre de esta edición seguía ingresado en el HUCA, pero, en principio, fuera de peligro). "Podría haber atacado a cualquiera", comentó un vecino. "Daba miedo. El hombre se desangraba rápido y el cuchillo estaba en el suelo, a su lado. No sabemos de dónde lo pudo sacar", añadieron testigos presenciales.

Las calles del pueblo permanecieron vacías la mayor parte del día. No se hablaba más que del apuñalamiento, pero en la intimidad de las casas, en las cocinas. Nadie se explica lo ocurrido, aunque "quizá no haya ninguna explicación más que una cabeza que no funciona bien", ya que "solo así puede ocurrírsele a alguien rajarle el cuello a otra persona", aventuró una vecina.

¿Qué se sabe hasta ahora de la agresión? Solo lo que contaron los testigos, puesto que el atacante, que apenas habla español, permanece en silencio. Se sabe que el local junto al que ocurrió el ataque estaba cerrado por vacaciones, y que dentro estaban unas pocas personas (entre ellas el presunto homicida) comiendo. Todo se desarrolló con absoluta normalidad, aunque el extranjero, al que los llevadores del local habían dado cobijo y alimento a cambio de algunas tareas, estuvo "muy callado".

Un cuchillo de cocina

En un momento determinado el ciudadano croata se levantó de la mesa y salió al exterior con un cigarrillo y un refresco en la mano. En ese momento llegaba el agredido, que tiene su segunda residencia a escasos metros del lugar donde fue atacado. Quería saber si el local estaba abierto o cerrado. El agresor, sin pronunciar una palabra, esgrimió un cuchillo de cocina y le dio una tajada en el cuello al hombre, que quedó tendido en el suelo, con la sangre saliendo a borbotones de su cuello. El croata, aparentemente tranquilo, volvió al comedor y dijo a los comensales que llamaran a la Policía, que había matado a un hombre y que quería ir a la cárcel. Se sentó, y espero sin inmutarse hasta que llegaron agentes de la Guardia Civil y lo detuvieron. No opuso resistencia. La investigación corre a cargo del equipo de la Policía Judicial de la Guardia Civil de Llanes y del laboratorio de la Comandancia del Instituto Armado.

El atacante permanece en los calabozos de la casa cuartel de la Guardia Civil de Llanes. La previsión es que pase a disposición judicial hoy, a las 10.30 horas, en el Juzgado de primera instancia e instrucción de Llanes. Pero todo dependerá de que la sede judicial vuelva a la normalidad y pueda abrir sus puertas, ya que quedó inundada con la tromba de agua del pasado martes, y ayer aún se estaban restableciendo las comunicaciones informáticas y eléctricas.

El herido, que según señaló un trabajador sanitario, salvo la vida gracias a que quienes lo atendieron supieron taponar bien el corte, contener la pérdida de sangre con paños y agua y llamar de inmediato a los servicios de Emergencia. Aunque en un primer momento la idea era trasladar al herido al Hospital del Oriente de Asturias (HOA), en Arriondas, finalmente los servicios médicos decidieron llevarlo directamente al HUCA.