Muere a los 80 años Teresa González, viuda del guía del Urriellu más famoso de todos los tiempos, Alfonso Martinez

Fue cartera durante muchos años de Bulnes y Camarmeña, cuando solo se podía acceder a ellos a pie

Teresa González Cuesta.

Teresa González Cuesta. / Cedida por la familia

Ramón Díaz

Ramón Díaz

Teresa González Cuesta, viuda del guía del Urriellu más famoso de todos los tiempos, Alfonso Martínez, ha muerto en la noche de este viernes, a los 80 años de edad. Había nacido en Carreña de Cabrales y fue cartera de Bulnes y Camarmeña durante muchos años, cuando solo se podía acceder a ambos pueblos a pie.

Tras la boda, el matrimonio que formaron Teresa González y Alfonso Martínez se asentó en Arenas de Cabrales. Tuvieron 5 hijos: Alfonso, Conchi, Terina, Sandra y Elena. Desde hacía unos años vivía en la residencia de Llanes, donde ha fallecido.

El funeral se celebrará este domingo, a las 12.30 horas, en la iglesia de Carreña, y posteriormente será el entierro en el cementerio de Arenas. El velatorio ha quedado instalado en el tanatorio de Carreña, situado en el edificio de la iglesia de la capital cabraliega. Curiosamente, está ubicado en el mismo inmueble en el que Teresa González había nacido: era sobrina del cura de entonces, conocido popularmente como el "Tío Quico".

Alfonso Martínez –izquierda– y Horacio Rivero, en el Picu Urriellu, en 1942.

Alfonso Martínez –izquierda– y Horacio Rivero, en el Picu Urriellu, en 1942. / Vetusta

Alfonso Martínez está considerado el guía más famoso del Picu Urriellu o Naranjo de Bulnes. Junto a su hermano Juan Tomás, abrió la vía conocida como "Sur Directa de los Martínez" la ruta más corta y más rápida para alcanzar la mítica cumbre. Es una de las vías más repetidas. Los hermanos Martínez la abrieron el 13 de agosto de 1944, acompañados por Luis Bueno, Julio Casal, Simón Isari, Pedro Landache, Alfredo Pulido y Tomás SanJusto. Alfonso Martínez falleció el 10 de febrero de 1992.

Era hijo de Víctor Martínez, que fue la tercera persona en hollar la cumbre del Picu, a principios del siglo XX, tras Pedro Pidal y "El Cainejo". Alfonso Martínez escaló por primera vez y sin ningún tipo de ayuda el Naranjo a los 17 años. Conquistó la mítica cumbre de los Picos de Europa, al menos, unas 200 veces más, según sus propios cálculos, casi siempre como guía. Durante unos cuarenta años, entre las décadas de los cuarenta y los setenta fue el guía que más veces subió al Picu, con cientos de clientes.

Entre las muchas anécdotas de sus aventuras por la montaña destaca la que vivió con su padre, que narró el también desaparecido José Ignacio Gracia Noriega en una de sus colaboraciones en LA NUEVA ESPAÑA. "Un día Víctor Martínez le llevó consigo al Naranjo, y, una vez en la cumbre, Alfonso dijo: 'Ya estuve aquí'. El padre le miró, pero no le riñó ni le pegó: fue, por lo tanto, aquello, su reválida como montañero".