Emburria se reinventa: "Trabajamos en beneficio de toda la población"

La asociación para la atención a la diversidad funcional es ya un centro de intervención comunitaria de ámbito comarcal, que ofrece incluso servicios de empleo

Por la izquierda, de pie, José Ignacio Alonso, Nazaret Braña, Cristina Díaz, Carmen Foyo, Vanesa Prieto, Cristina Alonso (monitora), Paloma Aroca (voluntaria), Mariana Loza y Conchi Aroca; delante, Carmen Cuesta. | Julia Quince

Por la izquierda, de pie, José Ignacio Alonso, Nazaret Braña, Cristina Díaz, Carmen Foyo, Vanesa Prieto, Cristina Alonso (monitora), Paloma Aroca (voluntaria), Mariana Loza y Conchi Aroca; delante, Carmen Cuesta. | Julia Quince

Julia Quince

Han pasado 22 años desde la fundación en Cangas de Onís de la asociación Emburria, entidad sin ánimo de lucro dedicada a promover la inclusión y trabajar por y para la diversidad funcional. El colectivo ha ido adaptándose y evolucionando, potenciando una comunidad inclusiva, expandiendo su labor comunitaria e integrando nuevos servicios, consolidándose como un referente en el Oriente. La asociación continúa reinventándose y prepara nuevos proyectos. "Nos hemos convertido en un centro de intervención comunitaria y trabajamos en beneficio de toda la población. Ese es el principal balance que podemos hacer", explica María Hórreo, educadora social y directora de Emburria.

Recuerda con cariño los inicios de esta iniciativa creada por un grupo de cinco voluntarias que vieron la necesidad de ofrecer nuevas oportunidades a las personas con diversidad funcional en Cangas de Onís. Un primer taller de empleo y el apoyo de los Servicios Sociales, el Ayuntamiento y la comunidad vecinal, permitieron el crecimiento de Emburria, con su sede establecida en la avenida de Contranquil de la ciudad canguesa, pero abarcando un espacio mucho más amplio, el de toda la comarca.

Carolina Fernández y María Horréo en la sede de la asociación Emburria, en Cangas de Onís.

Carolina Fernández y María Horréo en la sede de la asociación Emburria, en Cangas de Onís. / Julia Quince

Emburria cuenta con múltiples programas de actuación destinados a cubrir las necesidades no solo de personas con discapacidad, sino de la sociedad en general, ofreciendo un apoyo integral a todas las edades. Haciendo balance los últimos años, Hórreo destaca el impacto positivo que ha tenido en la vida de las familias de la zona: "Estamos cubriendo necesidades de personas que antes tenían que desplazarse a las ciudades debido a la carencia de servicios en la zona rural. Proporcionamos recursos accesibles para que las familias se mantengan aquí", explica.

La asociación cuenta con distintos recursos, incluyendo un centro de día, un centro de desarrollo integral o un alojamiento de fin de semana, así como una amplia oferta de servicios, desde la atención temprana o infantil-juvenil hasta el apoyo y asesoramiento familiar y escolar.

Logopedas y psicólogos

"En el centro de atención al desarrollo empezamos a trabajar con niños a partir de 3 años que requieren apoyo. Estamos abiertos a cualquiera que requiera información, apoyo o consulta habitual", destaca Carolina Fernández, logopeda. Este recurso, que nació hace 12 años, atiende a 82 menores y ha visto un incremento en el personal especializado como logopedas y psicólogos.

En los últimos años, se ha notado un incremento de usuarios debido a la situación actual, en la que destacan trastornos en la adolescencia y una ralentización en el desarrollo de los más pequeños. Es por ello que inciden mucho en la importancia de la prevención, la consulta y la atención individualizada: "Después de la pandemia hemos notado un repunte en temas como la ansiedad, los trastornos alimenticios o la dependencia de los móviles en los adolescentes. En cuanto a los pequeños, vemos un aumento significativo en el inicio tardío del lenguaje, una inmadurez más global", concreta Fernández, quien asegura que es fundamental la colaboración con las instituciones. "Muchos vienen derivados de educación y sanidad", añade.

Emburria también presta atención a la población adulta, ofreciendo servicios de empleo. La asociación emplea a tres personas con discapacidad en el programa de guardia y custodia de coches en el aparcamiento de El Lleráu, y cuenta con una agencia de colocación que gestiona una lista en constante crecimiento, con entre 100 y 200 personas en búsqueda activa de empleo, de los cuales una treintena son personas con discapacidad.

Es precisamente en el ámbito laboral y la formación previa donde Emburria centra ahora sus próximas iniciativas. A corto plazo, aspiran a mejorar la inserción laboral mediante formaciones homologadas: "Tenemos cursos formativos ya aprobados, que probablemente podamos poner en marcha después del verano, centrados en limpieza y atención al cliente", especifican.

Hórreo reconoce los desafíos que enfrentan, especialmente en una zona rural donde la mayoría de los empleos son estacionales y con dificultad para darles continuidad: "La idea es ofrecer una formación específica para jóvenes con una parte presencial y práctica que puedan hacerse en el centro especial de empleo. Creemos que es importante seguir apostando por la zona y por las personas que viven en ella", concluye.