El "enigmático" hallazgo en la cueva del Covarón de Llanes: restos óseos y conchas que podrían ser restos de un ritual

La investigación se incluye en una exposición inaugurada en el centro Tito Bustillo con los resultados de las últimas campañas en los yacimientos de la cuenca del Sella

Por la izquierda, Esteban Álvarez, Alberto Martínez, Jesús Jordá, Paulo García, Pablo León, María José Bode y María Antonia Pedregal

Por la izquierda, Esteban Álvarez, Alberto Martínez, Jesús Jordá, Paulo García, Pablo León, María José Bode y María Antonia Pedregal / J.Quince

J.Quince

Durante la última década las investigaciones realizadas en los yacimientos de la Cuenca del Sella han permitido recabar todo tipo de información sobre el Paleolítico Superior. Con motivo de estos diez años de excavaciones arqueológicas se ha inaugurado en el Centro de Arte Rupestre Tito Bustillo, de Ribadesella, una exposición que recopila los trabajos desarrollados en ocho cuevas prehistóricas. Son siete en la comarca del Oriente (El Cierro, Les Pedroses, Cova Rosa, Tito Bustillo y La Lloseta, en Ribadesella, Los Azules en Cangas de Onís, y El Covarón en Llanes) y una más en Llanera (El Olivo). La muestra ofrece conocimiento acerca de las formas de vida de los pobladores de este periodo con datos sobre su alimentación, materias primas líticas que empleaban, así como representaciones gráficas encontradas.

Las últimas investigaciones se han centrado especialmente en la cueva del Covarón de Parres, en Llanes, donde se ha encontrado un "enigmático" hallazgo que aún requiere de una investigación más profunda sobre su utilidad: "Son unas acumulaciones de restos óseos y conchas que rellenan unas cubetas y que están selladas con lo que llamamos ocre, que es mineral de hierro y óxido de hierro". Así lo explica el comisario de la exposición, Jesús F. Jordá, que añade que los hallazgos "podrían ser restos de un ritual o de una actividad profiláctica, de higiene".

Son múltiples los hallazgos y las investigaciones que permiten situar a los hombres y mujeres prehistóricos del valle del Sella y su entorno aproximadamente entre los 40.000 hasta los 7.000 años a.C., y que los presentan como cazadores, recolectores, pescadores y mariscadores. Y es que las condiciones del territorio en aquellas épocas eran más que propicias para el hábitat humano, tanto por los recursos geológicos, como la presencia de fauna y vegetación. "Su subsistencia se basaba en la caza del ciervo, rebeco, corzo, cabra incluso jabalí, además pescaban fundamentalmente salmones. Hay un momento en el que se intensifica el recurso de moluscos marinos como llámpares, mejillones y bígaros, así como crustáceos como cangrejos y equinodermos como los oricios", apunta Jordá. Se trata de una completa dieta que estos pobladores complementaban con la recolección de frutos, bayas, tubérculos, hongos y raíces.

Un momento de la presentación de este viernes.

Un momento de la presentación de este viernes. / Julia Quince

Otro descubrimiento de interés y más contemporáneo ha permitido esclarecer que la cueva ubicada en el concejo de Llanera, llegó a utilizarse como un refugio durante la Guerra Civil española tras localizar material de artillería en su interior: "Sabemos que la cueva de Les Pedroses fue utilizada como refugio para la población civil, mientras que en El Olivo la utilizaron milicianos republicanos. Encontramos en los niveles más superiores casquillos de bala y munición", concreta el profesor.

"Hay una concentración importantísima de cuevas en general en toda la cuenca del Sella, algunas se descubrieron hace cien años, pero se han trabajado mucho en las últimas décadas y ello contribuye a mejorar el conocimiento que tenemos, darlo a conocer y ponerlo en valor", señaló Pablo León, director general de Patrimonio Cultural, presente en la inauguración de la exposición junto a representantes del Ayuntamiento riosellano.

Próxima investigación en El Cobayu

En los próximos meses, el equipo de investigadores intervendrá en la zona riosellana del Cobayu, donde en los años 90 unos jóvenes descubrieron un arpón cuyo estudio ha permitido fecharlo en el periodo aziliense: "Es de un periodo paleolítico que sí es común en la Cueva de Los Azules pero no en esta zona de la desembocadura del Sella", cuenta Esteban Álvarez, profesor de Prehistoria en la Universidad de Salamanca. Se trata de un descubrimiento del que todavía no hay información publicada que verá la luz próximamente. Y es que la zona, arqueológicamente hablando, aún tiene mucho que ofrecer: "Estas investigaciones son fundamentales para seguir conociendo nuestra historia. Cuando parece que está todo descubierto o eso creemos, ellos siempre ven algo más", señaló la concejala de Cultura de Ribadesella, María José Bode.

La exposición, organizada por la UNED, podrá visitarse hasta el 29 de septiembre en el equipamiento riosellano. Un atractivo más, en palabras del alcalde, Paulo García, para los visitantes del concejo durante esta temporada estival: "Con el tiempo que tenemos este verano que no está de playa, es un atractivo para que los que nos visitan puedan venir al Centro de Arte Rupestre y ver esta exposición que va a ser todo un éxito".

Por su parte, Pablo León recordó que la Consejería de Cultura ha autorizado en este año un total de 74 intervenciones arqueológicas en la región para continuar arrojando luz sobre la huella que dejaron nuestros antepasados: "Da cuenta de que hay interés por conocer el pasado y profundizar en aspectos de la historia antigua de Asturias", concluyó.