"Coronis" sube al altar del Campoamor: la zarzuela de tema mitológico y fondo político encandila al público ovetense

La obra que Sebastián Durón alumbró a principios del siglo XVIII protagoniza su estreno en versión escénica en España

Una escena de "Coronis" en el teatro Campoamor; en el foso, de espaldas y dirigiendo la orquesta "Le Poème Harmonique", el maestro Vincent Dumestre.

Una escena de "Coronis" en el teatro Campoamor; en el foso, de espaldas y dirigiendo la orquesta "Le Poème Harmonique", el maestro Vincent Dumestre. / David Cabo

Elena Fernández-Pello

Elena Fernández-Pello

No es fácil conectar con los enredos de dioses, monstruos y ninfas ni descifrar el trasfondo político de la obra, escrita a modo de alegoría de la guerra de Sucesión española, pero, pese a ello, el montaje de "Coronis" que ayer se presentó en el teatro Campoamor, en el estreno nacional de su versión escénica, cautivó a los espectadores ovetenses por la belleza insólita de la escena, la delicadeza y el virtuosismo de la orquesta y el talento y la gracia de sus intérpretes. "Coronis", la nueva entrega del Festival de Teatro Lírico Español que organiza la Fundación Municipal de Cultura de Oviedo, en colaboración con LA NUEVA ESPAÑA, finalizó con un festivo éxito, que la compañía celebró bailando sobre las tablas del teatro.

Lo que el público tuvo la oportunidad de contemplar ayer no fue una zarzuela al uso. "Es extraña", se oyó comentar a una espectadora en una pausa. "Coronis" fue compuesta por Sebastián Durón a principios del siglo XVIII, es una obra barroca, una de las primeras zarzuelas de la historia y está íntegramente cantada, como una ópera. Lo que la diferencia de ese género es que su autor ha mantenido la escritura polifónica en las partes corales, los ritmos de las danzas típicas y la alternancia entre pasajes trágicos y cómicos, todo característico de la tradición teatral española desde el Renacimiento.

Arriba, el patio de butacas, minutos antes del comienzo de la función; sobre estas líneas, un momento de la representación. | David Cabo

El patio de butacas, minutos antes del comienzo de la función. / David Cabo

La producción, estrenada en el teatro de Caen, en Francia, en el año 2019, salió adelante gracias a la colaboración de cuatro grandes instituciones galas, la Opéra Comique de París, la de Lille, la de Rouen y la de Limoges. El colombiano Omar Porras es el responsable de la brillante puesta en escena, que no es, ni mucho menos, historicista, pero sí evoca el ambiente de las representaciones barrocas, con la luz de candilejas, las telas pintadas como decorados, los juegos de sombras, los efectos pirotécnicos y sonoros. En conjunto, todo ello trasmite un aire antiguo y, sin embargo, la pieza resulta tremendamente contemporánea.

El genio escénico de Omar Porras fue reconocido generosamente por el público al término de la representación, con ovaciones y bravos. Estuvo a la par con Vincent Dumestre, el director musical, al frente de la orquesta "Le Poème Harmonique", que se ganó el aplauso del público incluso en el transcurso de la función. Así sucedió al inicio de la segunda parte de la obra, en la que las notas de los instrumentos clásicos se intercalaron con el repiqueteo de las castañuelas y la música de la guitarra española.

"Coronis" sube al altar del Campoamor

Un momento de la representación. / David Cabo

En el reparto de la obra hay triples y tenores y varios personajes masculinos son interpretados por mujeres: Tritón, el monstruo enamorado de la ninfa Coronis, del que se hace cargo Isabelle Druet, sin ir más lejos. Giulia Bolcato encarna a Coronis, Proteo es Cyril Auvity y los dos dioses que se disputan el amor de Coronis, Neptuno y Apolo, quedan en manos, respectivamente, de Caroline Meng y Marielou Jacquard. Para ellos fueron los aplausos más sonoros, aunque el público tuvo para todo el elenco.

El espectáculo incluyó danzas, números de gimnasia y contorsionismo y humoradas. Uno de los personajes, asomando bajo el telón, recibió al público a medida que iba llegando al Campoamor, hasta que empezó la función, y en el segundo acto dos de los personajes irrumpieron en el patio de butacas, en una disputa entre enamorados. Todo fue sorprendente en el estreno de "Coronis".