Clausuran el garaje quemado para garantizar la seguridad vecinal

Los técnicos municipales valoran como "muy graves" los daños del aparcamiento que ardió en la calle José Ramón Zaragoza

Los bomberos proceden a la clausura del garaje tras la inspección de los técnicos municipales.

Los bomberos proceden a la clausura del garaje tras la inspección de los técnicos municipales. / F. Vallina

El Ayuntamiento ha tomado la decisión de clausurar e impedir el acceso al garaje que fue pasto de las llamas durante la madrugada del pasado miércoles –un suceso registrado en la calle José Ramón Zaragoza, en la zona de Valentín Masip– hasta que no estén garantizadas todas las medidas de seguridad. El daño provocado por el fuego en el interior del aparcamiento es de tal calibre que los técnicos municipales han dado orden de no permitir ni siquiera que los propietarios puedan acceder a los vehículos que hay en el interior del garaje.

El tiempo que va a permanecer cerrado el garaje no está definido y depende de lo rápido que se ejecuten las labores necesarias para recuperar la seguridad en el interior, aunque habiendo compañías de seguros de por medio la cosa podría alargarse. "Se ha caído todo el revestimiento del techo y todo el sistema de cableado eléctrico está muy dañado. Nosotros no podemos entrar en quién tiene que pagar los arreglos, lo que sí tenemos claro es que no podemos arriesgarnos a que alguien sufra algún accidente", explica uno de los técnicos del área de Conservación y Policía Urbana del Ayuntamiento, el servicio que se encargó ayer de realizar la inspección del garaje.

Por el momento, no se sabe a ciencia cierta cuál fue la causa del incendio, aunque todo apunta a que se originó en uno de los dos coches que quedaron más afectados por las llamas. El suceso también provocó daños en otros cinco vehículos, entre ellos una motocicleta. Todos ellos permanecen en el interior del aparcamiento sin que los dueños sepan la gravedad de los daños. "Mi hijo tiene unas llaves dentro y creo que van a tener que entrar los bomberos a por ellas", explicaba ayer una vecina.

El suceso no sólo provocó daños materiales, además mantuvo atrapados durante más de una hora a buena parte de los vecinos del edificio que tiene acceso directo al aparcamiento. La columna de humo que se produjo por las llamas llegó al portal a través de la puerta que da al garaje –estaba abierta– y convirtió la parte baja del inmueble en una trampa peligrosa. Los vecinos llegaron a decir que el portal se convirtió en una "ratonera".

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