Oviedo devolverá los fondos europeos para el arreglo del mercado del Fontán

Canteli lamenta el rechazo de los comerciantes a la reforma: “Los que quieren que Oviedo no crezca condicionaron el resultado”

Plaza del mercado del Fontán.

Plaza del mercado del Fontán. / LNE

Chus Neira

Chus Neira

El alcalde de Oviedo, Alfredo Canteli, confirmó este martes por la mañana que devolverá la subvención de 2,4 millones de fondos europeos prevista para la reforma del mercado del Fontán y que los casi dos millones que completaban la financiación de esta rehabilitación se destinarán a otros proyectos. Canteli reiteraba, así, lo que ya había anunciado un día antes su segundo teniente de Alcalde, Nacho Cuesta, tras conocer el resultado de la votación en la que la mayoría de los socios del Mercado El Fontán S.A. rechazaron el proyecto, con un piso superior para gastrobares, que planteaba el gobierno local para la plaza. “Nosotros devolvemos una subvención, sin más, nos vamos a ahorrar 2 millones de euros que se invertirán en otro sitio”, resumió el regidor.

Pese al mensaje de normalidad y asunto zanjado que el Alcalde transmitió a los medios de comunicación, sus palabras dejaron traslucir cierto disgusto con el desarrollo de los hechos durante las últimas semanas y el resultado final del fracaso del proyecto, del que Canteli responsabiliza a “los que quieren que Oviedo no crezca”. Aunque el regidor evitó luego concretar sus acusaciones, fue muy explícito al inicio de sus declaraciones, cuando realizó un breve resumen del plan del Mercado del Fontán: “Nosotros no imponemos nada, lo dije siempre”, arrancó. “Este expediente se inició hace dos años, seguimos avanzando y llegó un momento en que influencias externas, de quien tiene nombre y apellidos, de gente que está en el Oviedo Antiguo en una posición de confort y que no quieren que Oviedo crezca, condicionaron el resultado”. En todo caso, zanjó, “no me preocupa, es la decisión de ellos”.

Lo que al Alcalde sí le preocupaba, argumentó este martes, era que “se creyeran que nosotros imponemos algo, que había un interés particular”. “El único interés que yo tengo es Oviedo y hacer esa reforma para mejorar y dinamizar el Oviedo Antiguo, pero si los responsables no lo quieren, no lo hacemos y no pasa nada”.

Preguntado por la posibilidad de reformular el proyecto financiado por europa y ceñirlo a las mejoras en las que están de acuerdo la mayoría de los comerciantes (la mejora energética, la digitalización, la rehabilitación pero no las plantas con restaurantes) Canteli insistió en que no había lugar. Lo que se ha rechazado ahora es “un proyecto”, más allá, sugirió, “habrá que hacer lo que haya que hacer, pero por otras vías”.

Para los comerciantes del mercado del Fontán, sin embargo, la batalla en torno a la reforma del Mercado empieza ahora a disputar la segunda ofensiva, el partido de vuelta. Una vez tumbada la propuesta del piso superior con gastobares, la mayoría de los socios estudian fórmulas para abrir un frente legal con el que reclamar al Ayuntamiento que no devuelva la subvención y que modifique la propuesta. A pesar de los plazos tan estrechos de que dispone el municipio para gastar el dinero europeo y no perder las ayudas, consideran que al eliminar la parte más laboriosa de la segunda planta hay tiempo suficiente para acometer otras mejoras y cargarlo a la financiación Next Generation. A su favor, insisten, está que las cuestiones que Europa financia no tienen que ver con los puestos de restauración pero sí con la modernización de edificios, mejoras energéticas o digitalización de ventas, y que algunos de esos contratos, como el de las taquillas inteligentes, ya se han ejecutado en el Fontán dentro de este proyecto.

Para saber si se pueden desglosar las distintas partidas y si cabe una modificación del proyecto que el gobierno central pudiera aceptar, los comerciantes valoran pedir un informe técnico y reclamarán acceder al expediente de tramitación del proyecto.

En paralelo, explicaron portavoces del sector crítico con el proyecto de gastrobares, durante estas tres semanas se han recogido más de 2.000 firmas en rechazo a la planta de hostelería pero en apoyo a la reforma de mejora energética, y parte de ellas ya se han enviado por registro al Ayuntamiento.

Tres años de cambios

El proyecto del mercado del Fontán acudió a la convocatoria de 2021 de “ayudas para el apoyo a mercados, zonas urbanas comerciales, comercio no sedentario y canales cortos de comercialización” dentro del Plan de Resiliencia del Ministerio de Industria, logró una buena puntuación y unas ayudas por valor de 2,38 millones de euros. El proyecto tenía al frente en ese momento al que entonces era el concejal de Economía, Javier Cuesta, que fue el primero en reunirse con los comerciantes y socios y en iniciar las negociaciones para convencerles de las bondades del proyecto que incluían la planta superior para puestos de restauración. Los roces que hubo entre Javier Cuesta y el alcalde afectaron también a este proyecto, pues el edil de Economía acabó apartándose de este proyecto al ser consciente de que el propio Canteli había iniciado por su cuenta conversaciones con la administración del mercado. Entre tanto, la adjudicación de la redacción de un proyecto, que finalmente recayó en el arquitecto andaluz Sergio Navarro, ya se había retraso un año. Tras las elecciones, ya sin Cuesta en el equipo de gobierno fue Nacho Cuesta y los asesores de Infraestructuras los que retomaron el proyecto. A los cambios sobre las soluciones que se debían tomar para que el mercado funcionara durante las obras, que primero pasaron por un sistema por turnos para llevar parte de los puestos a la zona de soportales del Fontán y después a una carpa en el Campillín, se sumó un creciente sector crítico de vendedores que finalmente logró convencer a la mayoría en su rechazo a la propuesta municipal. En media de esas últimas negociaciones fue cuando el Alcalde reiteró que la presencia de puestos de hostelería en la planta superior era una “línea roja” que el equipo de gobierno no traspasaría. Además, y aunque se comprometió a estudiar ayudas durante el traslado por las obras, tales como perdonarles el pago del canon o aumentarles la concesión, no llegó nunca a confirmar que el Ayuntamiento podría tomar estas medidas si aceptaran el proyecto.

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