Entrevista | Ramiro Fernández Alonso Psicoesteta, presenta hoy en el hotel de la Reconquista su último libro, "La entrañable historia de un gran oficio"

"Hoy la moda impera sobre la estética, y solo cabe adaptarse"

"Cada utensilio del que hablo en el libro tiene una historia, y los quise recopilar todos para que quedasen para la posteridad"

El psicoesteta Ramiro Fernández.

El psicoesteta Ramiro Fernández. / Miki López

Ramiro Fernández Alonso (San Miguel de Nembra, Aller, 81 años) presenta hoy (19.45 horas) en el hotel de la Reconquista el que ya es su séptimo libro. Esta amplia bibliografía viene, según el veterano psicoesteta, por una mezcla de osadía y pasión por un trabajo, que cuenta a través de sus utensilios en "La entrañable historia de un oficio".

–Un nuevo libro. ¿Qué le quedaba por contar?

–Quería sacar a la luz mi colección de piezas antiguas y únicas de peluquería y estética, que van desde el siglo XVII hasta el XX. Cada utensilio del que hablo en el libro (ilustrado con foto y texto) tiene una historia detrás. Los quise recopilar todos porque quería que quedasen para la posteridad.

–¿A qué utensilios les guarda más cariño?

–Destacan las 67 navajas (una por país visitado), un sillón auténtico americano de 1885, un secador de mano de 1904, tenacillas que en Inglaterra siguen vigentes o bigoteras como las que usaba Dalí. También hay esterilizadores, suavizadores, pelucas e incluso remedios para la caída del pelo que ya se intentaban usar hace siglos.

–¿Cómo empezó la colección?

–Cuando estaba en la selección española y viajábamos a otras ciudades, aprovechaba las tres horas y media en las que los jugadores entrenaban para intentar hacerme con todo tipo de utensilios. Siempre he sido un enamorado de mi trabajo.

–¿Cómo ve a su sector?

–Las peluquerías sufrimos muchísimo desde que nuestro IVA pasó del 8% al 21%. Pero en los últimos años están abriendo muchas barberías volviendo al modelo de antes del que hablo en el libro. Están entrando al sector profesionales jóvenes con inquietudes que forman un buen tándem con los veteranos que ya llevamos tiempo.

–¿Ha cambiado mucho el oficio desde que empezó?

–Hoy, la moda impera sobre la estética. Cuando empecé en la selección trataba de adaptar el corte de pelo a los futbolistas. Ahora ves un partido de fútbol y los 22 jugadores tienen el mismo peinado, incluso los árbitros. Parietales, temporales y nuca rapados y un pegote encima. Solo queda adaptarse para sobrevivir.

–Más allá de los futbolistas, ¿quiénes fueron sus clientes más especiales?

–He sido un afortunado por toda la gente que he conocido gracias a mi profesión. Pero me quedo con dos: Severo Ochoa y Nelson Mandela. Aún conservo el material que utilicé para cortarles el pelo.

–El cabello es...

–La parte más noble de un hombre, que cubre la síntesis de nuestras ideas. Es una herramienta de seducción y de persuasión.

–¿Habrá un octavo libro?

–Sí. Un colaborador me pidió que hiciese un libro desde mi experiencia sobre cómo es empezar una profesión desde cero. Pronto me pondré con ello y mientras respete la salud, me queda cuerda para rato.

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