La "quinquidelia" que derretirá el Vesu

El sonido psicodélico de "Derby Motoreta’s Burrito Kachimba" abre el viernes el festival musical, que este año será en Bueño

«Derby Motoreta’s Burrito Kachimba». | Anne Roig

«Derby Motoreta’s Burrito Kachimba». | Anne Roig

"Nos inventamos un nombre largo que describía nuestro estilo y lo de la ‘quinquidelia’, que resumía las múltiples influencias de cada uno. Este género que nos inventamos fue para salirnos de las etiquetas, porque decían que hacíamos rock andaluz, que si progresivo, que si psicodélico, que si rock con tomate...". Así describe Gringo lo que hacen en su banda. Es uno de los músicos, guitarrista, que junto a Dandy Piranha, Papi Pachuli, Machete Carrasco, Bacca y Soni integra el grupo "Derby Motoreta’s Burrito Kachimba". Los sevillanos son los padres de la "quinquidelia", por la influencia de "lo quinqui" y la psicodelia que tienen sus canciones, pero no quieren ponerle puertas al campo. El conjunto abre este viernes el festival indie Vesu, que acoge la Central Artística de Bueño, en Ribera de Arriba. Pero, ojo; ellos de indie, del sonido, no tienen nada. El flamenco y el rock psicodélico emanan de sus poros.

Gringo habla del indie español como una cosa "un poco depravada". Todos suenan igual. "En los 90 el indie era una filosofía y luego se convirtió en algo que se explotó en los festivales con los ‘Izal’ y las letras casi de autoayuda", ironiza. No tiene nada en contra del género, cree que lo bonito es que "todos convivan". Eso sí, considera que es inevitable que aparezcan cosas nuevas en contraposición a las anteriores, como ha pasado "siempre". Y volverá a pasar.

Ahí entran ellos. Seis chicos que se conocieron un poco por casualidad y tenían cierto bagaje musical, ya que militaban cada uno en otros grupos de su ciudad. Se tomaron su asociación como un desfogue de las formaciones paralelas, como un laboratorio donde experimentar con tubos de ensayo melódicos. Sin límites y haciendo una mezcolanza. Se dieron cuenta de que lo que tenían entre manos era potente. "Nos pusimos unos motes, un nombre estrambótico, sacamos unas canciones bastante raras y resulta que funcionó", ríe el guitarrista.

Era 2017. En siete años ya llevan en el zurrón tres discos (el último de abril de este año) y la banda sonora de la película de cine quinqui "Las leyes de la frontera", de Daniel Monzón. También han evolucionado mucho y están en su "prime", opina el artista. Saben de donde cojea y en donde brilla cada uno. "Eso se plasma en el disco y musicalmente hemos crecido muchísimo; la banda respira como uno solo", siente el músico.

Además de su creciente cohesión y aplomo técnico, su exploración artística también es cambiante. En su último disco, "Bolsa Amarilla y Piedra Potente" las canciones son muy diferentes entre sí, "cada una de su padre y de su madre". Abren el álbum con "Seis pistones", un homenaje clamoroso al pedal "whammy" de Tom Morello, guitarrista de "Rage Against the Machine". "Cuando la enseñamos en el estudio nos dijeron que era el sueño de cualquier adolescente metalero", recuerda. ¿Sintetizadores? Hay a tutiplén. De hecho, hay otro tema en el que el bajista no toca porque queda sustituido por sonidos electrónicos. Una vuelta de tuerca más.

Tocaron en Oviedo hace tres años, en el teatro Filarmónica, junto a "Los Estanques". No conocen Bueño, pero les encanta tocar en la naturaleza y odian el cemento. "Hemos estado en algunos festivales en pleno bosque, en Portugal, y es una maravilla", afirma. En Bueño actuarán en pleno valle verde asturiano, que no tiene nada que envidiar a los bosques portugueses, y en donde la "quinquidelia" seguro que hace de las suyas.

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