El talento universitario desvela su fórmula

Constancia, docentes inspiradores y deporte, entre los ingredientes del éxito de seis premios fin de grado del curso pasado

Por la izquierda, Antonio García-Bernardo, Víctor García, Laura Concheso, Manuel Iglesias y Raquel Santos-Juanes.

Por la izquierda, Antonio García-Bernardo, Víctor García, Laura Concheso, Manuel Iglesias y Raquel Santos-Juanes. / Irma Collín

Seis de los mejores expedientes del año 2023 de la Universidad de Oviedo, reconocidos con el premio fin de grado de sus respectivas disciplinas, intervinieron ayer en la sala Circus para hablar de cómo llegaron a donde están y desvelar la fórmula de su éxito. Entre los ingredientes para alcanzar sus hitos figuran la constancia y los docentes inspiradores, pero todo no va a ser el estudio. También es importante mantener un círculo social fuerte o el deporte para aliviar estrés, desvelaron durante un acto organizado por la Fundación 16 de 24.

"Dudé entre Medicina y Biotecnología", explicó Antonio García-Bernardo, que acabó en Biología. El empujón final se lo dio una visita al laboratorio del profesor Carlos López Otín. "Cuando vi su trabajo lo tuve claro", relató. Agradece la ayuda que el científico le prestó y le glosa como uno de sus principales orientadores. El joven biólogo fue el mejor expediente de su promoción y de toda la Universidad de Oviedo en 2023.

Raquel Santos-Juanes ya ejerce como residente de Dermatología en el HUCA. Admite ser "un poco empollona". "Decir lo contrario es mentir", bromea, "pero no soy de las que se encierran y desaparecen". Para ella, la práctica deportiva fue una válvula de escape y una de las mejores cosas que se llevó de la carrera fueron sus compañeros y el apoyo que se profesaron.

Ese respaldo lo recibió María Ferrero, que intervino desde Madrid por videoconferencia, pero de su familia. Estudió Ingeniería Tecnológica Industrial. Sin precedentes en el ramo entre sus allegados, estos sí que le han inculcado una "gran curiosidad".

"Lo sabía desde mucho antes, calculaba las notas de los compañeros", admitió confiado Víctor García, venezolano afincado en Asturias y graduado en Terapia Ocupacional. Se plantea a futuro, "pensando en grande", montar su propia clínica. Por el momento no volvería a Venezuela, aunque se iría a otros países. Por ejemplo, Suiza, donde Manuel Iglesias estudia un máster tras obtener el doble grado en Matemáticas y Física. "No me importaría quedarme en Zúrich, es un sitio en el que estoy muy a gusto", reconoció.

Representando al sector artístico intervino Laura Concheso, graduada en Historia y Ciencias de la Música. Toca el piano, la flauta y el acordeón. No esperaba ser la mejor de su promoción y cuando el decano se lo anuncio fue "la mejor noticia" de su vida. Quiere ser docente en enseñanzas universitarias. "La gente adulta se toma la música más en serio que en el colegio", remató.

Suscríbete para seguir leyendo