El PSOE pide cambiar “el modelo de gobierno Luis XIV, anclado en la soberbia” por el de “los consensos, la amabilidad y las personas”

“Ningún concejal de este grupo fue al Fontán salvo para comprar cerezas, espero que el alcalde se disculpe y reconozca su error”, protesta Llaneza sobre la acusación de Canteli de una campaña socialista contra el proyecto de reforma del mercado

Por la izquierda, los concejales del PSOE Juan Álvarez, Javier Ballina, Carlos Fernández Llaneza, Jorge García Monsalve, Natalia Sánchez Santa Bárbara y Marisa Ponga, esta jueves, en el desayuno informativo.

Por la izquierda, los concejales del PSOE Juan Álvarez, Javier Ballina, Carlos Fernández Llaneza, Jorge García Monsalve, Natalia Sánchez Santa Bárbara y Marisa Ponga, esta jueves, en el desayuno informativo. / LNE

Chus Neira

Chus Neira

Frente al “la ciudad soy yo y si estáis contra mí estáis en contra de la ciudad”, “el Oviedo de las personas”. En esa dialéctica, “soberbia” contra “amabilidad”, basó esta mañana el portavoz local del PSOE, Carlos Fernández Llaneza, su análisis del primer año de andadura del presente mandato municipal. Arropado por su grupo municipal y acompañado en la exposición del diagnóstico político por los concejales Juan Álvarez, encargado de la visión urbanística, y de Marisa Ponga, que analizó el ámbito sociocultural, Llaneza acusó al obierno local de estar anclado en “la prepotencia”, con “un talante democrático que deja bastante que desear”. La administración Canteli, denunció el PSOE, “no cree en la participación ciudadana ni en el liderazgo coral”. Llaneza comparó a Canteli con Luis XIV y rebatió al regidor explicando que las posiciones socialistas están a favor de Oviedo pero no por ello tienen que estar a favor de las políticas del PP.

Llaneza reclamó otro modelo de gobierno, “basado en los consensos y con cierta amabilidad” y defendió su compromiso ciudadano: “Podré cometer errores, no soy filósofo, ni urbanista ni historiador, otra cosa no tendré, pero creo en esta ciudad como nadie”. Al hilo de este posicionamiento, el líder de la oposición no dejó pasar la oportunidad de responder a las acusaciones que el Alcalde había vertido el día anterior, cuando señaló a los concejales del partido socialista por haber hecho campaña, puesto a puesto en el Fontán contra el proyecto de reforma propuesto por el Ayuntamiento. “Hay que dejarse de trágalas y de contar milongas”, protestó Llaneza. “Nosotros podremos acertar o no, pero no mentimos y no se nos ocurre a ningún concejal ir al Fontán salvo para comprar cerezas. Si lo dice por ignorancia, malo, si lo hace deliberadamente, peor, porque es un mentiroso. No vamos a permitir traer lodazales de otras latitudes a la acción política local. Espero que se disculpe y reconozca su error. Nosotros seguimos en nuestro empeño de es Oviedo mejor”, concluyó.

Con mayor detalle en el análisis, área por área, de este primer año del segundo mandato de Canteli, el concejal Juan Álvarez fue el primero en ofrecer su diagnóstico. Explicó que el equipo de gobierno se comportan como “los guardeses de la finca” y que igual que allanan el camino cuando detrás de ciertos proyectos hay un interés privado, cuando “no hay un nombre en inglés sino la ciudadanía”, lo dan de lado. Citó como ejemplo de esta discriminación el proyecto del parque del Este, con sus dificultades pero al que el gobierno local no quiere hacer caso. A la “falta de modelo y estrategia” que denunció Juan Álvarez, añadió una mala gestión de los fondos europeos, unos perdidods, y otros dedicados a financiar “proyectos contradictorios”, como, citó, el caso de la Zona de Bajas Emisiones donde se quiere financiar un aparcamiento en el centro de la ciudad (en la Escandalera) pese a que el espíritu europeo es alejar los coches del centro.

La concejala Marisa Ponga puso el acento en lo social y lo cultural. Explicó que el equipo de Canteli ha recortado en 800.000 euros las actividades culturales y que “ese golpe a la cultura” se traduce en menor capacidad para contratar a artistas locales y para que la oferta “llegue a todos los barrios”. Además, afeó proyectos como el de la Filarmónica de Viena. “Por supuesto que es una orquesta excecional”, reflexionó Ponga, “pero en un escenario de poco presupuesto destinar esta cantidad a una única actividad de la que solo podrán disfrutar aquellas personas con mayor nivel económico no concuerda con la idea de buscar la cohesión social a través de la cultura”.

Ponga, que también denunció que a las fiestas populares se les está cayendo este adjetivo en favor de una progresiva privatización, atacó también el recorte en servicios sociales, con 700.000 euros menos en las ayudas de emergencia y la poca atención de la administración Canteli hacia una pobreza que “al Alcalde parece que no lo gusta reconocerla”. La plantilla de Servicios Sociales, añadió, está saturada y dedicada al modelo asistencial, mientras que Oviedo “no afronta nuevos retos a los que muchos otros ayuntamiento sí se han enganchado”.