Ramiro Fernández donará los ingresos de su nuevo libro a la Cocina Económica

La obra repasa la colección de utensilios reunida por el psicoesteta en sus 28 años con la selección

Por la izquierda, Ana de la Calle, Ramiro Fernández y Álvaro Entrialgo, ayer, antes de la presentación del libro. | Fernando Rodríguez

Por la izquierda, Ana de la Calle, Ramiro Fernández y Álvaro Entrialgo, ayer, antes de la presentación del libro. | Fernando Rodríguez

El psicoesteta Ramiro Fernández Alonso presentó ayer "La entrañable historia de un gran oficio" (Ediciones Nobel), su séptimo libro. Fernández desgranó la intrahistoria de un trabajo que repasa, con fotografías y explicaciones, la colección de utensilios que fue recopilando durante los 28 años en los que trabajó para la Selección Española. Ramiro Fernández, introducido por el empresario Álvaro Entrialgo y acompañado por Ana de la Calle (alma máter de Ediciones Nobel) en el acto celebrado en el hotel La Reconquista, anunció que todo lo que gane con la venta de su libro irá destinado a la Cocina Económica y a otras entidades benéficas.

"No vivo de vender libros. Vivo de mi trabajo, del que estoy enamorado", recalcó el psicoesteta. En su discurso previo, Álvaro Entrialgo dijo que Ramiro ha logrado, desde que empezó con 16 años a cortar el pelo en el Musel, "la difícil tarea de ser profeta en su tierra". Y destacó que, de todos los premios que ha recibido en su carrera, debería quedarse con "las muestras de cariño de la gente".

Tras la intervención del empresario se proyectó un vídeo en el que aparecen algunos de los utensilios de variopintas épocas que Ramiro Fernández reproduce y comenta en el libro: algodoneras, bigoteras, cuchillas, duchas de mano... El psicoesteta ha logrado recopilar material desde el siglo XVII hasta el XX. Guarda con especial cariño, explicó, las herramientas que usó para cortarle el pelo a Severo Ochoa, premio Nobel de Medicina.

El libro cuenta con dos prologuistas: el director del Museo del Pueblo de Asturias, Joaquín López, presente ayer en el Reconquista, y el periodista Jesús Álvarez. Este último intervino a través de un vídeo, felicitó a Ramiro y hizo votos para que el combinado nacional de fútbol triunfe en la Eurocopa como lo ha hecho el peluquero en su dilatada carrera.

Ana de la Calle afirmó que la clave del éxito de Ramiro Fernández ha radicado en mantener "la humildad de un aprendiz" y en rodearse "de los mejores". La editora se congratuló además de que "no tenga la más mínima intención de guardar la tijera" y de que conserve la misma fuerza del comienzo, también en el trato al cliente.

Sobre su proceso creativo, el peluquero destacó que no escribe con ordenador, sino que lo hace de puño y letra. Es su equipo el que le pasa a limpio sus textos tras las correcciones. "Los tengo aburridos", bromeó. De su trayectoria, dijo que siempre trató, sin frivolizar, "de ser un poco rompedor", aunque esto al principio le costase burlas. "Cuando puse el cartel de psicoestética en el local de Oviedo, fui el hazmerreír de la gente, pero conseguí hacer algo diferente con mucho trabajo. Con los libros soy un osado, porque conozco mis limitaciones. Yo solo estudié cuatro años", recordó.

Fernández finalizó su intervención con un consejo para empresarios y políticos. "Pasé de tener un local de 30 metros a uno de 200 tras una década ahorrando. Lo decoré tomando inspiración por todo el mundo. Pero nunca olvidé que la jaula es importante, pero lo crucial es que el pájaro siga cantando", zanjó desde el refranero.

Ceder la colección

Todo lo que aparece en el libro forma parte de la colección del psicoesteta, que consiguió en los anticuarios de todo el mundo mientras los futbolistas de la Roja entrenaban. En su local de la calle Arquitecto Reguera guarda algunos utensilios, pero para almacenar la mayoría tuvo que hacerse con un local en La Corredoria. Su mayor miedo, es que será de todo ese material cuando fallezca y pasen años. "Mis descendientes igual dicen que hay que deshacerse de estos cacharros tan sensibles", expuso. Por ello, afirmó que está dispuesto a ceder la colección, siempre y cuando sea para cuidarla y no meterla en un almacén. Se lo recordó a la edil de Festejos Covadonga Díaz, que estaba entre el público. "El Alcalde me dijo que estaría encantado", añadió.