Actúa mañana en Oviedo junto a su trío y a la OSPA | Camané Cantante de fado

"La saudade está en todos los idiomas, es un sentimiento universal e intemporal"

"Hay poetas populares enormes de los que se decía que eran menos importantes por escribir para el fado; se fue muy injusto con ellos"

Camané.

Camané. / LNE

Miguel A. Fernández

La conversación transcurre con una tranquilidad y calma casi lisboetas. Y con la exquisita educación de los portugueses, que se esfuerzan en hablar un castellano suave y pausado. Camané no tiene prisa para explicar por qué su carrera está jalonada de una desbordante belleza disco a disco, ni tampoco para confesar las ganas que tiene de estar ante el público de Oviedo al lado de la Orquesta Sinfónica del Principado de Asturias (OSPA). La formación programa para mañana el concierto extraordinario de San Xuan basado en los melismas de la música de Lisboa. El fado será protagonista en el Auditorio Príncipe Felipe (20.00 horas, entradas a 32 y 27 euros) y la elegante voz de Camané es el mejor regalo posible.

–Cuando se habla de Camané todos se refieren al "crooner" del fado.

–Me gusta cuando hablan de mí y de mi trabajo con tanto amor y pasión. Pero el repertorio que traemos es muy variado. En este concierto los temas son los más representativos de mi repertorio y los hemos escogido con mucho cariño.

–A pesar del éxito continuo del fado en España, seguimos preguntándonos qué es la saudade. ¿Nos falta todavía un poco para entenderlo?

–La saudade es un sentimiento universal, que puede ser también algo que quieres hacer en el futuro. Existe en todos los idiomas, pero para mí es intemporal. Pessoa hablaba de la saudade del futuro.

–En su carrera le vemos siempre con los mismos músicos. ¿Condiciona de alguna forma su manera de hacer música?

–A veces, si no están disponibles…aunque es raro. Siempre procuran estar disponibles para mí. Conozco a Carlos Manuel Proença desde los doce años. A José Manuel Neto desde los dieciocho. Tienen una sonoridad, una expresión del fado muy particular, que tiene que ver conmigo y con mi trabajo. Su estética y su forma de estar en el fado es en la que creo. He trabajado con ellos en casas de fado y en escenarios muchísimos años. A Paulo Paz lo conocí más tarde. Antes el fado se cantaba solo con guitarra portuguesa, guitarra clásica y bajo acústico. Cuando empecé no tenía bajista y conocí a Carlos Bica, que es un contrabajista de jazz. Y desde entonces comencé a usar este instrumento también con Paulo.

–Hay un disco en su carrera que sienta cátedra. El que dedica a Alfredo Marceneiro.

–Él era una de las personas más importantes del fado. Cantó casi hasta los noventa años e hizo muchos fados tradicionales: el fado cravo, el fado bailado… muchos. Su fado tradicional es el más expresivo y todos los grandes han girado a su alrededor: Amália, Ferreira Rosa, Fernando Mauricio, Carlos do Carmo. Pero yo quería grabar los fados que él cantaba, porque tienen letras de poetas como Silva Tavares, Linhares Barbosa... poetas populares enormes. Para mí van mucho más allá. Por el preconcepto, luego superado, de que por escribir para el fado eran menos importantes. Se fue muy injusto con ellos.

–Otro nombre indispensable al lado del suyo: José Mário Branco.

–En veinte años estuvo siempre detrás de mis discos. Su visión del fado y la mía eran similares. Con una perspectiva de su esencia. Él se enamoró del fado después del 25 de abril. Su trabajo fue fantástico a la hora de encontrar la interpretación de la poesía, junto a su mujer, también poeta, Manuela de Freitas. Fue un trabajo de vida, de amistad. Ayudándome a colocar en el fado tradicional la poesía y encontrar el registro emocional de cada poema para transmitir de la forma más verdadera. Incluso un poco de teatro. Manuela, como actriz, también aportó eso a mis interpretaciones.

–¿Cómo definiría el concierto de fado sinfónico?

–Los arreglos, que hicieron Mário Laginha, Pedro Moreira y José Mário Branco, tienen una expresividad muy fuerte. Es una imagen diferente del fado. Pero es fado. Ellos han trabajado mucho conmigo. Habrá temas que canto solo con mis músicos, pero en otros está esa visión diferente de la música del fado.

–Su disco a dúo con piano con Mário Laginha también es bellísimo.

–Sí, pero el encuentro es en el fado. Él quería hacer eso, con muchos fados tradicionales. El "Mouraría", "Casa de Mariquinhas" … e incluso de Alain Oulman, un compositor que hizo temas históricos para Amália. Un día me encontré con su hijo en la calle y le pregunté si no tendría algo inédito de su padre. Y me envió "Sei de um río" y "Te juro". Fue una coincidencia maravillosa y ahora forman parte de mi repertorio.

–Es su primera ocasión en escena con la OSPA y con su compatriota Nuno Coelho, el director, cuya fama aumenta cada vez más en todo el mundo.

–Estoy deseando que llegue el momento. Conozco el prestigio de la formación y de su director y es un honor enorme trabajar con ellos. Estoy seguro de que el concierto será muy bueno para mí. Para aprender más. Estamos muy contentos de trabajar con ellos y vamos a dar lo mejor de nosotros mismos.

–Camané es la enseña del fado desde hace muchos años. ¿Cómo ve el género hoy día?

–Pienso que está bien. Existen muchos artistas que hacen fado. Otras tienen una referencia del fado, pero para hacer otras cosas. Esto también es honesto. En el mundo hay otras músicas que son puras, pero también hay artistas con influencias que hacen sus propuestas. En todo hay cosas muy buenas. Pero mi forma, mi estética, tiene que ser el fado. Las palabras, los textos, son importantísimos. El fado va de adentro para fuera. Y el futuro del fado está ahí.

–¿Proyectos futuros?

–Tengo en perspectiva editar pronto un disco grabado en directo. Un concierto que hice a principios de año con músicas de José Mário Branco y letras de Manuela de Freitas. Como soy un poco lento con estas cosas de las grabaciones, esto me da tiempo para que el año que viene pueda ponerme a trabajar en el siguiente.

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