La asturiana que le ganó la mano a la reina de corazones

Lolita Bonal, ovetense de 94 años, campeona de la regularidad en el bridge regional: "Este juego es para mí un tesoro"

Lolita Bonal segunda por la derecha y, en el sentido de las agujas del reloj, Nenena Bonal, Conchita Corujedo y Carmen Bárcena, este martes, jugando el torneo fin de temporada del Club Tricolor.

Lolita Bonal segunda por la derecha y, en el sentido de las agujas del reloj, Nenena Bonal, Conchita Corujedo y Carmen Bárcena, este martes, jugando el torneo fin de temporada del Club Tricolor. / O. L.

El ordenador se enciende y entre las aplicaciones disponibles destaca una: "Bridge". El jugador la selecciona y se pone a buscar partidas virtuales. El jugador es, en este caso, jugadora, y lleva cinco décadas inmersa en esta variedad de naipes que se practica con baraja francesa, además de conectarse a diario a Internet para darle al tapete en la red. Es Lolita Bonal, una ovetense de 94 años que esta temporada se ha alzado con el campeonato de la regularidad entre los asturianos. "El bridge es para mí un tesoro", dice la entusiasta de la baraja, que asegura que la disciplina, considerada deporte olímpico, le ha valido para "mucho más" que distraerse. "Sirve para que la mente funcione como un reloj", afirma, y ratifica con una presencia capaz de tumbar a la reina de corazones.

Este martes, Bonal estuvo en el campeonato fin de temporada del Club Tricolor, de Valentín Masip, en Oviedo, donde restó importancia al título a la "bridgeur" más regular. "Asisto a todos los torneos, así que el porcentaje de ganarlo es superior", dice, con auténtica modestia.

Lo cierto es que su estrategia en el carteo y la subasta, las dos fases diferenciadas del juego de cartas anglosajón por excelencia, es muy elevada gracias a la práctica y al estudio. "Hace años si querías mejorar, algo que te pedía el cuerpo, tenías que aprender del extranjero", recuerda. Así, se hizo con innumerable literatura de la cuestión, principalmente de Inglaterra y de Francia. "También hay españoles que son muy muy buenos en esto", declara, barriendo para casa.

Bonal fundó el Club Tricolor con Pepita Iglesias y Conchita Corujedo hace casi 50 años y se dedicó a impartir clases de los niveles más altos. Está desligada del staff de la asociación desde hace años, pero vuelve siempre que puede porque "le encanta y le tiene mucho cariño". Además, tira flores a Beatriz Álvarez-Requejo, actual presidenta. "Lo hace de maravilla con tantos alumnos, muchos principiantes", relata.

El Tricolor, además de las clases, tiene una "pool" –partidas– de entrenamiento los domingos para que practiquen los estudiantes. "Facilita muchísimo que rápidamente cojan mesa y puedan ir a campeonatos", explica la presidenta, ávida de transmitírselo a las nuevas generaciones, porque el bridge "no es solo un juego de mayores".