La noche más portuguesa de la OSPA

Camané, junto a su trío y la Orquesta Sinfónica del Principado, pone en pie al Auditorio a ritmo de fado

Un momento de la actuación de la OSPA y Camané, ayer, en el Auditorio de Oviedo. | Mario Canteli

Un momento de la actuación de la OSPA y Camané, ayer, en el Auditorio de Oviedo. | Mario Canteli

Jonathan Mallada Álvarez

Jonathan Mallada Álvarez

El Auditorio Príncipe Felipe sucumbió anoche al embrujo del fado, en la primera colaboración entre Carlos Manuel Moutinho Paiva dos Santos Duarte –más conocido como Camané– y la Orquesta Sinfónica del Principado de Asturias (OSPA), en la clausura –con el permiso del concierto del próximo sábado, en colaboración con Oviedo Filarmonía– de la temporada. En esta ocasión, la tradicional velada que la Sinfónica asturiana ofrece en torno a San Juan, se vio respaldada por un público, quizá menos numeroso de lo habitual (debemos tener en cuenta que se trataba de una cita fuera de abono), pero escrupulosamente respetuoso y entregado desde el primer minuto a la magia de Camané.

Prácticamente a oscuras, el cantante portugués hizo acto de presencia ante la calurosa ovación de los asistentes, conscientes de la excepcional velada musical que les tributaría el artista luso.

Con una voz envolvente y melíflua, el lisboeta fue generando una atmósfera muy sugerente a través de la dulzura encerrada en los poemas interpretados.

No estuvo mal acompañado. En primer plano, junto a Camané, estaba su guardia pretoriana: José Manuel Neto (guitarra portuguesa), Carlos Manuel Proença (guitarra clásica) y Paulo Paz (contrabajo). El cantante se encargó de presentarlos oportunamente y los músicos exhibieron unas prestaciones sobresalientes, marcando el ritmo con precisión y aportando una sonoridad muy rica y atractiva.

Sobre el pódium, Nuno Coelho. El director titular de la OSPA no tenía una misión sencilla para equilibrar a las diferentes secciones de la formación asturiana ante un sonido amplificado muy difícil de manejar. Sin embargo, Coelho hizo gala, una vez más, de una madurez extraordinaria para comprender lo que requería cada tema, manteniendo en segundo plano a su agrupación y plegándose a la voz de un Camané muy agradecido que no dudó en expresar sus emociones ante el público ovetense en esta primera colaboración con la orquesta.

A través de los dieciséis temas programados, se hizo un repaso al fado, siempre con una delicadeza y elegancia extraordinarias. Las piezas de J. M. Branco (un compositor muy importante para Camané en los últimos años), las "Quadras" de Pessoa o la vitalista y trepidante "Dança de volta", fueron algunas de las obras más celebradas. No obstante, el público desataría sus mayores aplausos en "Porque me olhas assim", con los principales de cuerda (y oboe) de la OSPA en una atmósfera ciertamente conmovedora.

Para finalizar algo más de hora y cuarto de recital, Camané ofreció, como propina, un simbólico "Havemos de nos ver outra vez" para poner en pie al público ovetense.

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