"El reto es complejo, hay que colaborar", dicen las grandes empresas del armamento

El presidente de Santa Bárbara llama a superar el "síndrome del castillo sitiado" en Asturias: "Los de fuera quieren venir, pero los de aquí quieren marchar"

Por la izquierda, Mariano Hoya, secretario general de UGT, Adrián Barbón y Alfredo Canteli, ayer, al inicio de la feria.

Por la izquierda, Mariano Hoya, secretario general de UGT, Adrián Barbón y Alfredo Canteli, ayer, al inicio de la feria. / Fernando Rodríguez

Chus Neira

Chus Neira

Ante los complejos retos a los que se enfrenta el sector industrial de la Defensa, las grandes compañías que operan en España, presentes ayer en una mesa redonda en la fábrica de armas de La Vega en las jornadas organizadas por la agencia de Ciencia del Principado y por la Federación de Industria de UGT, recetaron colaboración, apoyo, más alianzas.

Así lo recalcaron tanto el presidente de GDELS-Santa Bárbara, Juan Escriña, como su homólogo en Indra, José Vicente de los Mozos. No en vano las dos compañías lideran, junto a Escribano, también presente en la mesa, y Sapa los nuevos contratos de Defensa para fabricar los nuevos vehículos blindados del ejército de tierra y lo hacen consorciados en Tess Defence. La charla, que completaba Airbus Helicópteros, Navantia y Rheinmetall, pudo intentar leerse también con las claves de los movimientos internos que Indra, participada por el gobierno, promueve para hacerse, precisamente, con el control de Santa Bárbara. Pero ninguna referencia apuntó a esas presuntas tensiones y sí, a la colaboración y el apoyo.

Fue Ángel Escribano el primero que señaló las nuevas necesidades de demanda que exige Europa y apuntó a la necesidad de "estar preparados", a través de consorcios. De los Mozos coincidió en que ese era el reto, que era "complejo" y que para responder a esos incrementos de la demanda la única solución era "colaborar", porque "ninguna empresa aislada" podría hacer frente a esas necesidades. Juan Escriña abrazó la misma idea –"apoyándonos conseguiremos dar respuesta a los desafíos"–, pero también aplaudió que España no hubiera perdido sus capacidades productivas durante los años de la sequía: "Estamos preparados. No somos pequeños: cabeza alta, orgullo y a por ellos".

Félix González, secretario de administración de UGT, ayer, durante su intervención. | Fernando Rodríguez

Félix González, secretario de administración de UGT, ayer, durante su intervención. | Fernando Rodríguez / Ch. Neira

Sí añadió el presidente de Indra alguna referencia a reforzar, si no el carácter nacional, sí el europeo, la necesidad de converger con Europa, que ha pasado de ser un simple regulador a "prescriptor y financiador".

En el análisis más local, Escriña dejó un curioso análisis de la situación regional. "En Asturias", dijo, "percibo el síndrome del castillo sitiado, los de fuera quieren venir y los de dentro quieren salir". Según el director de Santa Bárbara, eso no les sucede en otros territorios, como Sevilla, y pidió a los propios asturianos que se animaran a encontrar en tierras como Trubia una oportunidad fenomenal de desarrollarse profesionalmente.

Antes del coloquio de las grandes empresas, había presentado el acto el director de Sekuens, la agencia de Ciencia del Principado, David González, que coincidió con Escriña en defender la esencia industrial de la región. "Aquí sabemos qué es una broca, una línea de soldadura, y por eso quiero convencerles de que inviertan en Asturias", lanzó al auditorio.

Enmarcados por los muros de la nave de cañones, el secretario general de UGT en Asturias, Javier Fernández Lanero, celebró el lugar como "la catedral del patrimonio industrial" y su secretario nacional y patrono de la Fundación Anastasio de Gracia, Félix González, cantó las bondades del sector. "Creemos en un país con una Defensa fuerte", explicó, "para una defensa efectiva", y cifró en 50.000 los puestos de trabajo que se generan en España.

Hubo también palabras del alcalde de Oviedo, Alfredo Canteli, que confió en que Oviedo "sea protagonista de un futuro que apuesta por la reindustrialización con base tecnológica". Por parte del Ministerio de Industria, Jordi Llinares, director general de Programas Industriales, aportó algunas cifras que justifican el apoyo al despegue del sector, como que cada euro invertido genera siete o que los ejércitos modernos han variado la regla 70/30 dejando el porcentaje pequeño para gastos de personal y el 70% para inversión en tecnología.

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