Un sueño hecho realidad: la escuela Divertimento celebra una gran fiesta en el Campoamor por sus 30 años

A través de la "Historia de un sueño", como se denominaba el espectáculo, se descubren las personalidades de Mercedes Menéndez y su hija, Cristina Langa

Algunos de los alumnos de la escuela Divertimento, durante su actuación en el Campoamor.

Algunos de los alumnos de la escuela Divertimento, durante su actuación en el Campoamor. / Fernando Rodríguez

Jonathan Mallada Álvarez

Jonathan Mallada Álvarez

El arraigo de Divertimento en Oviedo se plasmó en la tarde de ayer en el espectáculo diseñado para conmemorar los treinta años de la escuela de música, que generaron largas colas antes del inicio de la velada. No es de extrañar el inmejorable aspecto que presentaba un abarrotado teatro Campoamor, donde se distinguían diferentes autoridades como la concejal de Festejos, Covadonga Díaz, el presidente de la Ópera de Oviedo, Juan Carlos Rodríguez Ovejero, o el director titular de la orquesta de RTVE, Pablo González. Todos ellos dentro de un público heterogéneo donde, además de padres y madres, no faltaban abuelos y hermanos, dotando al coliseo ovetense de un encanto muy especial.

A través de la "Historia de un sueño", como se denominaba el espectáculo, se descubren las personalidades de Mercedes Menéndez y su hija, Cristina Langa, interpretadas por alumnas y por sí mismas, al mismo tiempo que se traza una pequeña trayectoria vital ligada a la escuela Divertimento, repasando algunos de sus hitos más importantes, como sus participaciones en el Festival de Teatro Lírico Español (2002), en la Ópera de Oviedo (2008) o su cambio de espacio durante el curso 2015-2016, siempre alternando estas secuencias con dosis de gran comicidad.

Público asistente al espectáculo. | Fernando Rodríguez

Público asistente al espectáculo. / Fernando Rodríguez

Sobre este contexto se suceden una suerte de escenas donde el protagonismo recayó sobre los más de 250 alumnos de la escuela que interpretaron algunos de los números más famosos de un repertorio variado pero muy bien seleccionado. No faltaron algunas páginas memorables de zarzuela como el coro de niñeras de "Agua, azucarillos y aguardiente" o el célebre "Amigos, siempre amigos" de "Los gavilanes" o incluso algún número de "La bohème", con la colaboración de Cristina Galán, Adrián Ribeiro, Eduardo Pintado, Francisco Sierra, Ángel Simón y Lior Rajchenberg.

Los peques harían las delicias de los asistentes en "Stick to the status quo" (de "High School Musical") o "Calzone" (de Cosimo Antotimaso), cosechando los mayores aplausos. Otro momento mágico correría a cargo del coro "Arsis", que rodeó el patio de butacas con sus integrantes para regalar una hermosa versión de "Sing Gently", de Eric Whitacre; una pieza repleta de simbolismo al componerse en plena pandemia para ser interpretada online por coristas de diferentes países.

Para finalizar, Mercedes Menéndez tomó la palabra para agradecer a la Fundación Municipal de Cultura del Ayuntamiento de Oviedo el apoyo, a los directores musical y de escena (Fernando López y Gemma de Luis, respectivamente), su labor, así como a todos los que "hicieron posible este gran camino iluminado por la ilusión y la música". Todos terminaron cantando el himno de la propia escuela bajo una tarta gigante sobre el escenario del Campoamor.