From ya lleva dos y sigue fuera: el asturiano presenta hoy en Oviedo su segundo LP

El músico, fichado por la editorial de Universal, da a conocer "Modelo para armar" junto a otras tres bandas

From, fotografiado en Asturias.

From, fotografiado en Asturias.

Chus Neira

Chus Neira

Todo en From (nacido Fernando Romero en Oviedo hace 23 años) suena distinto pero reconocible, como un deslumbramiento fugaz en medio del hastío de una tarde de lluvia, en Fuejo (Grado) o en Tilburgo (Países Bajos). Allí, a media hora de Rotterdam, influenciado por el underground local y aparcando las horas en que ejerce de pianista jazz a efectos académicos del conservatorio holandés en que está a punto de graduarse, compuso "Modelo para armar" (El Volcán), su segundo LP y el primero que sale en vinilo. Lo presentará esta misma noche en una de esas fiestas que organiza el colectivo Siempre y que juntará en Oviedo a otras tres glorias del underground: el dúo francés "Kou", Emilio José y "Fiesta en el vacío". Será a las 20.00 horas en La Salvaje (12/15 euros).

La puesta de largo, la primera en casa, del segundo de From celebra un buen curso que no sólo trae este trabajo, compuesto en plazos imposible. El asturiano repite con el Volcán pero ha firmado también, como músico, un contrato editorial con Universal. Trabajar para una de las grandes multinacionales no le quita el sueño. Ellos han visto a un artista que viene de una galaxisa alejadísima del "mainstream" pero que posee una amplia formación académica.

Se forzó a completar el disco en dos meses, obligándose a componer una canción al día

Esas capacidades no están especialmente presentes en su música pero sí alimentan sus cimientos. Es parecido a aquel "vieja, ya sé escribir bien, ahora voy a aprender a escribir mal", que decía Cortázar, el autor al que le ha robado el título del disco con bastante descaro y sin haberse asomado lo suficiente a esa novela. Comparte con el argentino, en todo caso, "la voluntad de cambiar el statu quo". La búsqueda del camino torcido y la huida de la evidencia se plasman en canciones como "Entró sin preguntar" o "Se me caen los ojos" en estrategias de autoboicot permanente: componer desde los presupuestos del postpunk rechazando las progresiones armónicas y deslizándose en contextos casi atonales, sumar secuencias de palabras y frases por su poder fonético y no necesariamente por su significado –"ser letrista no es mi fuerte", se confiesa delante de un pincho de tortilla–, y obligarse a completar un disco en dos meses a razón de una canción al día.

Ese fue el proceso. Por las mañanas empezaba sin nada y por las noches tenía que tener la "demo" exportada. Se esforzó con el tratamiento de las voces, mucha postproducción, y trató de buscar un sonido orgánico pero sintético. El disco, avanza y oscila, así, entre cierto hartazgo existencial, explosiones de rabia cuando grita "todas esas cosas que se me hacían bola" y pequeña belleza, componiendo un cuadro bastante heterogéneo y quizá tan bajonero como su anterior "Insecto", "pero menos melodramático".

Postpunk, dub y flamenco se dan la mano sin problemas en estas canciones

En un universo creativo donde las referencias que dominaron fueron el sello belga Futura Resistenza, el británico V/Z con gente como "Suono Asente", el postdub de Valentina Magaletti o el concierto de Tarquin Manek que le fascinó en Rotterdam, llama la atención "Una flor azul y otra naranja", donde se deja ir por lo flamenco como si de verdad él fuera uno de ellos. En realidad, a lo largo de su infancia, alimentado por los gustos que había en casa, From tuvo mucho contacto con toda esa música, pero nunca mostró un interés sincero por ella hasta que no puso 1.600 kilómetros de distancia. En su exilio de estudiante de jazz en Holanda, empezó a escuchar a Lole y Manuel y a estudiar y entender los palos. El poso de la infancia se desbordó en ese redescubrimiento y el resultado es esa canción que funciona en el disco como remanso raro pero que fue una de las primeras que compuso. En ella, From canta con seriedad, rotundo, y el no letrista que arrastra por el mundo distingue en dos imágenes sencillas y verdaderas la belleza escondida en un instante imposible, tan inútil como revelador. Maravilla difícil. Nada común.

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