El Ayuntamiento explora cómo aumentar el peso de lo público en la Fábrica de Gas

Ginkgo Advisor, propietario del terreno, se abre a estudiar que la nave de la Popular Ovetense pueda convertirse en un equipamiento municipal

Vista parcial de la fábrica, ayer, con los trabajos de demolición en marcha.

Vista parcial de la fábrica, ayer, con los trabajos de demolición en marcha. / Fernando Rodríguez

Chus Neira

Chus Neira

El plan de recuperación urbanística de la Fábrica de Gas, la parcela comprendida entre las calles Postigo, Azcárraga y Paraíso en el corazón del Antiguo, está en un callejón de salida incierta. Mientras Ginkgo Advisor, el fondo que compró los terrenos a EDP avanza con la adecuación previa del terreno desmontando las edificaciones que permite demoler el plan especial vigente, diseñado por César Portela para la anterior propietaria, las administraciones públicas tratan de negociar una fórmula de mayor consenso para el futuro de la zona, con menos pisos y más equipamientos públicos.

El arquitecto Patxi Mangado, contratado por Ginkgo para definir el nuevo plan especial de la Fábrica de Gas, no ha presentado todavía, formalmente, su nuevo plan especial. El documento, y su tramitación, definirá el rediseño de la parcela, que ahora mismo, si no cambian las previsiones, basará su modelo en el de un conjunto residencial. Las críticas vertidas al modelo de Ginkgo y la necesidad de que el espacio acabe regenerándose han movido al Ayuntamiento a explorar nuevas vías con las que convencer a los propietarios de aumentar el peso de lo público en el proyecto y aceptar algún tipo de compensación al rebajar la edificabilidad.

De momento, según ha podido saber este periódico, el fondo de inversión especializado en la regeneración de suelos altamente contaminados, habría abierto la puerta a la posibilidad de que la nave de la Popular Ovente, en Postigo, pudiera convertirse en un equipamiento público. Según el planeamiento vigente, el Ayuntamiento solo es dueño en la parcela del llamado edificio de oficinas (el que incorpora en sus bajos los arcos de la desaparecida plaza aporticada de la Catedral) y su extensión, al margen del porcentaje dotacional y de espacios libres de uso público que le corresponda en el desarrollo del ámbito. La nave de la Popular, una pieza que en el anterior plan estaba llamada a convertirse en un edificio residencial y cuya morfología actual desaparecía completamente integrándose en la fachada de una nueva construcción, ya fue indultada por Patxi Mangado el año pasado. No obstante, su incorporación como uno de los edificios residenciales, aún conservando su aspecto actual, supuso una decepción para varios colectivos que luchan por conservar la mayor parte de elementos de la fábrica y por los grupos de izquierda en la oposición municipal, que piden bajar el aprovechamiento residencial.

Nuevos asesores se han incorporado a las negociaciones con el objetivo de salir de la situación de bloqueo

La expectativa de que esta nave quede fuera del plan residencial y pase a ser un equipamiento público (un local de ensayos, una sala de exposiciones) parece hoy más posible, aunque todavía nada cierta. De confirmarse esta opción, el Ayuntamiento tendría con esa modificación la oportunidad de rebajar la edificabilidad que pretende obtener Ginkgo a cambio de la adquisición de este nuevo edificio.

Para grupos como Convocatoria por Oviedo-IU esa modificación parece la evolución lógica del proyecto de Ginkgo para lograr un mayor consenso. La coalición ha sido invitada por las dos partes, el gobierno municipal y la propiedad, ha discutir algunos detalles del proyecto, por más que, indican fuentes de IU, "las conversaciones resultan un tanto guadianescas sin que hayamos detectado más avances".

La postura del grupo municipal que encabeza Gaspar Llamazares es clave, no sólo por aumentar el consenso sobre el proyecto, sino porque su grupo ostenta las competencias de ordenación urbanística en el gobierno regional, que tendrá que informar y dar luz verde a la transformación de la parcela.

Por la parte de Ginkgo, el planteamiento pasa por "hacer viable la operación". El fondo está especializado en la recuperación de terrenos muy contaminados y por esa labor reciben ayudas europeas, pero deben ofrecer, insisten, un equilibrio económico que en esta operación ha pasado por aumentar la edificabilidad, incorporando a la operación los terrenos adyacentes de un grupo de casas en la calle Paraíso. En total, en todo el ámbito se han proyectado 158 viviendas, un número muy superior al del plan Portela, con 95 pisos, si bien el ámbito también es mucho mayor, habiendo llegado a los 17.000 metros cuadrados.

Las conversaciones se centran, pues, ahora, en limitar esa edificabilidad, que para unos supone un techo y para otros un suelo. El aumento del peso de lo público en la operación aparece, en este contexto, como una tercera vía, para lograr que Ginkgo acepte algún tipo de rebaja a cambio de determinadas compensaciones y que otros agentes políticos, como puede ser IU, vean reflejadas sus pretensiones en la operación y puedan, si no sumarse a ella, sí facilitar que se pueda llevar a cabo.

Nuevas voces, mismos ámbitos

Todo el mundo está de acuerdo en que el resideño de esta parcela es clave para el futuro del casco antiguo. Los propietarios y el arquitecto Patxi Mangado también están situados en esa posición, y a día de hoy siguen peleando en otra negociación, con el Arzobispado, para lograr que la transformación de la Fábrica de Gas pueda incluir esa pasarela elevada que conectaría toda la zona con el interior del Antiguo, a la altura del Museo Arqueológico.

En octubre tendrá que comenzar la demolición, con una concreción mayor del plan definitivo

Para desbloquear la situación, el Ayuntamiento y Ginkgo también han propiciado que otras voces se incorporen a las negociaciones sobre el desarrollo de la fábrica. Por parte de la propiedad, Isabel Pardo de Vera, ex secretaria de Estado de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, ha sido uno de los últimos fichajes del fondo y su papel en la operación que se desarrolla en Oviedo está siendo muy activo. Por parte del Ayuntamiento, la resolución del contrato para la revisión del Plan General de Ordenación ha liberado al arquitecto y urbanista Víctor García Oviedo, al que también se le habría pedido que ofreciera ahora su visión sobre la transformación de la Fábrica de Gas, con el ánimo de ayudar a encontrar soluciones que satisfagan a todas las partes y superen la situación de bloqueo.

Si Ginkgo ha puesto en marcha el plan de demoliciones para preparar el terreno, en octubre finalizarán los primeros trabajos y comenzarán los más costosos y transformadores de descontaminación. Según fuentes conocedoras de la operación, para esa fecha, después del verano, debería estar ya clara y bien definida la operación y el nuevo reparto de edificabilidad y equipamientos públicos que se plantea por parte de las administraciones públicos.

En ese momento también tendrá que estar resulto la parte que toca a Patrimonio y que por ahora pretende aumentar la protección de algunos elementos (caso del gasómetro o de la nave de la popular ovetense) pero rebajar la de otros. Especialmente polémica es la situación de la marquesina de Sánchez del Río. Enclavada en medio del ámbito, Patxi Mangado mantiene que su estado de contaminación es tan alto que no es posible plantear su conservación sin asumir riesgos muy altos. En los primeros dibujos realizados por el arquitecto se plantea su desaparición, pero Patrimonio ha insistido en que, de momento, sigue siendo un elemento protegido. La opción intermedia, según varias fuentes consultadas, podría pasar por la reconstrucción exacta de la pieza, realizada con sistemas constructivos todavía vigentes y, por tanto, sin suponer una alteración histórica tan grave como en otro tipo de casos.

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