Cultura reabre Santa María del Naranco con el último hallazgo expuesto en la cripta

El monumento, con la losa que podría pertenecer al sarcófago de Ramiro I ya reubicada, despierta "entusiasmo y asombro" entre los turistas

Cultura reabre Santa María del Naranco con el último hallazgo expuesto en la cripta

Cultura reabre Santa María del Naranco con el último hallazgo expuesto en la cripta / Fernando Rodríguez

Diego Sánchez

Una de las joyas del Perrománico asturiano, la iglesia de Santa de Santa María del Naranco, reabrió ayer sus puertas después de meses de "cerrojazo" debido a las obras de restauración que se estaban ejecutando y que afectaron tanto al entorno como al propio edificio. Y con su reapertura, todos los interesados pueden ya apreciar el último gran hallazgo que ha dado el conjunto palaciego.

En la cripta de Santa María del Naranco ha quedado reubicada la losa que durante siglos estuvo en el vestíbulo de entrada a Santa María del Naranco, identificada ahora –las investigaciones pudieron hacerse en el transcurso de dicha obra de saneamiento del templo– como pieza original y soporte de un hipotético sarcófago del Rey Ramiro I. Un elemento, por tanto, vinculado a un homenaje en origen a Ramiro I, que consagraría el templo al monarca asturiano y que vendría a corroborar la hipótesis de que se trata de un monumento religioso frente a la tradicional versión de que sería una residencia palatina.

Pese que en algún momento hubo voces desde la Consejería de Cultura que barajaron que esa losa –muy fragmentada– podría acabar acogida y expuesta en el Museo Arqueológico de Asturias, finalmente primó la opción más valorada: "mantener este elemento tan destacado en el propio monumento. Ahora, está ya en la cripta con una instalación provisional y se está trabajando para dotar a este elemento de un soporte que facilite su exposición", explicaron ayer desde la Consejería.

Pablo León, director general de Patrimonio Cultural, visitó en la mañana de ayer el monumento, acompañado por Otilia Requejo, directora de la Oficina de Bienes Culturales del Arzobispado, tras lo cual se decidió la reapertura de una de las grandes joyas de la región que, llegado el verano, recibirá sin duda un aluvión de visitas.

El lugar donde estaba la losa, ahora pavimentado. | Fernando Rodríguez

El lugar donde estaba la losa, ahora pavimentado. / Fernando Rodríguez

La obra que se ha ejecutado en Santa María ha incluido la pavimentación exterior y el drenaje perimetral del edificio prerrománico. El grueso de los trabajos se centró en las escaleras de acceso a la primera planta del edificio, con el objetivo de resolver las filtraciones de agua. Para desarrollar las labores de pavimentación se ha seguido, según los expertos de la Consejería, el criterio de la mínima intervención, por lo que "se han ceñido únicamente a las zonas estrictamente necesarias, manteniendo la armonía con el entorno y con la geometría y la escala del edificio". En total las obras contaron una inversión total de 209.248 euros. Los trabajos en el templo fueron realizados por la empresa ArteC2 con las direcciones de obra y de ejecución a cargo del arquitecto Román Villasana y del arquitecto técnico David Carracedo, respectivamente.

Los trabajos de restauración se centraron en eliminar los morteros de juntas contemporáneos para sustituirlos por otros de cal compatibles con los existentes. Además, se ha retirado el pavimento del vestíbulo superior, compuesto por fragmentos de piedra de diversos tamaños, naturaleza y grosor.

Fue al eliminar parte del solado cuando se comprobó que algunos de los fragmentos pertenecían a una única pieza, una gran losa de caliza de origen altomedieval que, con el paso de los siglos, se había desgastado y fracturado. En su lugar se ha ejecutado un suelo de piedra con el mínimo despiece para evitar filtraciones al interior del monumento.

Los visitantes, tanto conscientes como ajenos a su reapertura, se acercaron ayer a contemplar el impresionante conjunto prerrománico, ya que supone un reclamo turístico innegable para la ciudad. Algunos, aun siendo de la zona, no dudaron en pasear por los alrededores del complejo histórico, como es el caso de Pablo Castaño y Laura Flórez. Contaban, entusiasmados, la historia que hay detrás de Santa María y su posible uso primigenio, además de especular sobre "si se trataba de una iglesia, de un palacio o un palacete de caza".

Algunas familias venían de más lejos, como es el caso de los Gómez. Tanto Fernando Gómez, Isabel Gómez o Toñi Gómez alababan la belleza de Santa María, apuntando que "es un monumento único". De todos modos, llegaron tarde, ya que el complejo había cerrado poco antes de su llegada. Aún así, y a pesar de desconocer que volvía a reabrir sus puertas, los turistas zamoranos continuaron su trayecto satisfechos por las vistas exteriores. Y dispuestos a volver cuando estuviera abierta.

Otros viajeros llegaron de Cáceres para pasar unos días en el Principado. Su plan era visitar el litoral, Covadonga, y por supuesto, Santa María del Naranco. El grupo cacereño, formado por Carolina Marra, Antonio Cerro y su inseparable compañero canino "Dante", llegaban al complejo "maravillados" por la edificación, a pesar de no saber que habían reabierto ese mismo día.

Es algo que también expresó el grupo de los asturianos Encarna Vázquez, Fructuoso Riesgo y Miguel Caballero, y de Marcelo Diego, siendo este último de Brasil. Pese a que a Diego ya le habían advertido de la belleza del conjunto, quedó "asombrado". Por desgracia, ni él ni sus acompañantes pudieron verla por dentro, ya que estaba cerrada cuando llegaron.

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