Expal se lanza al mercado de la munición de calibre medio en su año de expansión

La empresa, que a finales de 2024 alcanzará los 350 trabajadores en su planta de Trubia, diseña un plan para incrementar su producción

La fábrica de municiones de Rheinmetall Expal en Trubia.

La fábrica de municiones de Rheinmetall Expal en Trubia. / Luisma Murias

La empresa armamentística Rheinmetall Expal, con planta en Trubia, vive un año de expansión. La cantidad de contratos suscritos este 2024 por la compañía de municiones llevó a su presidente, el almirante José Luis Urcelay, a anunciar la pasada semana en la Feria de Defensa de La Vega que la plantilla de la factoría ovetense pasará de los 300 a los 350 trabajadores antes de finales de año. No obstante, esa expansión no se quedará ahí y llegará también a la producción de la empresa, que va a comenzar a apostar por la munición de calibre medio. La compañía ha diseñado un plan para incrementar la producción de disparos para cañones de ametralladoras de 20, 25 y 40 milímetros, en busca de nuevas oportunidades para expandirse.

Rheinmetall Expal ya tenía la capacidad de fabricar este tipo de munición, aunque en los últimos años se había centrado principalmente en la munición de un calibre superior, como las granadas de mortero (61, 80 y 120 milímetros) o la artillería de campaña (105 y 155 milímetros). No obstante, en un momento donde los pedidos europeos no dejan de crecer con motivo de la guerra de Ucrania, la compañía se ha inclinado por la diversificación de su producción. Los países europeos, entre ellos España, están haciendo numerosos encargos para apoyar militarmente a las tropas de Kiev. Además, el incremento de maniobras de los ejércitos para asegurar sus reservas estratégicas está redoblando los pedidos.

Esta nueva estrategia de Defensa promovida por la Unión Europea y por el Gobierno de España se ha traducido en jugosos contratos para Expal. Solo en lo que va de 2024, han suscrito cuatro encargos para el Ejército de Tierra español. En febrero, se adjudicó el suministro de 104.000 granadas de mortero por valor de más de 58 millones de euros para fabricar durante este año y el próximo. Ese mismo mes se cerró un acuerdo para dotar a las Fuerzas Armadas de munición de 155 milímetros con valor de más de 200 millones de euros. Dentro de este lote, se incluirán sobre todo explosivos de alta potencia (HE) y espoletas, los dispositivos integrados en un proyectil que inician la detonación de su carga después de ser disparado.

En mayo, el Ejército volvió a confiarle a Expal más munición de 155 milímetros por 90 millones de euros. Antes de que termine 2025, deberán entregarle al Ministerio de Defensa 28.000 proyectiles (fumígenos e iluminantes) y 38.000 cargas para los obuses de las unidades de artillería de campaña. El cuarto contrato suscrito entre Tierra y Expal ha sido el de la munición de 105 milímetros para los obuses "Light Gun", en servicio también en las unidades de artillería de campaña. Este contrato consta de seis lotes y está compartido: cinco para Expal (44,8 millones de euros) y uno para la Fábrica de Municiones de Granada (1,2 millones). Con él, Trubia está participando en la fabricación de otros 10.900 proyectiles, 24.000 cargas y 1.300 disparos organizados.

Además, tras la retirada del vetusto sistema "Teruel", un consorcio capitaneado por Expal y la también española Escribano (que anunció recientemente su aterrizaje en Asturias) está desarrollando un lanzacohetes para el Ejército de Tierra. Se basa en la innovadora tecnología PULS, que en España se denomina Silam (Sistema Lanzador de Alta Movilidad) y la inversión de Defensa asciende aquí a 300 millones de euros. El sistema está diseñado por la compañía israelí Elbit Systems.

Aunque la producción de Expal en este contexto bélico no se está limitando al ejército español. La compañía fabrica desde octubre del año pasado 100.000 proyectiles con un valor de 1.200 millones de euros para el ejército de Ucrania. El encargo, que incluye también proyectiles de alto explosivo "DM121", fue tramitado a través del gobierno alemán, ya que en el país germano está la sede de Rheinmetall, la matriz de Expal. En España, además de la planta de Trubia, la compañía cuenta con factorías en Madrid, Navalmoral de la Mata y El Gordo (Cáceres); Burgos, Murcia y Albacete. El resto de sus factorías están en Estados Unidos.

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