Entrevista | Ramón Langa Actor, representará a Alfonso II en la recreación histórica que se hará en Oviedo

"Alfonso II cumplió lo que se comprometió a hacer, deberían tomar nota algunos políticos"

"Se podría hacer el Camino desde Oviedo representando la obra de teatro a lo largo de la ruta hasta llegar a Santiago"

Ramón Langa.

Ramón Langa. / David Cabo

El actor Ramón Langa (Madrid, 1959) representará, por tercera vez, a Alfonso II en el "El Primer Peregrino", que se celebra en Oviedo desde el jueves y hasta el domingo 14 de julio. Conocido por su dilatada trayectoria en cine y televisión y por ser el doblador de Bruce Willis y Kevin Costner, entre otros, ya ensaya para recrear la peregrinación del rey Casto a Santiago. El viernes habrá discurso del Rey, el sábado la gran representación teatral y el domingo la despedida, con desfile, con variadas actividades durante estas jornadas.

–¿Qué le impulsa a repetir encarnando al rey Alfonso II?

–Tuvo éxito y se vuelve a organizar otros dos años, lo que es una maravilla. Cómo no voy a volver, nobleza obliga. Estoy encantado con el personaje y con el proyecto. Y con Marga Llano, que es una directora de diez. Trabajaría con ella en cualquier tipo de montaje porque me enriquece como actor. Y destaco también el cariño que recibes aquí, la acogida del público y otras cosas, como que siempre que voy a hacer el personaje estoy ocho o diez días en Oviedo, que no es ninguna tontería. Además me ha pillado muy bien, entre dos trabajos.

–Ya han empezado con los ensayos.

–Comenzamos el domingo y estaremos toda la semana ensayando a tope. Aunque los del equipo somos los mismos, viene bien repasar y mejorar y añadir alguna cosa nueva. Este año hay cambios que mejoran el espectáculo, que le dan más brillo.

–¿Qué descubrió de Alfonso II preparando el espectáculo?

–No conocía muchas cosas de él y me ha gustado profundizar. Es un personaje que deberían estudiar los políticos, para que se den cuenta de lo que tiene que ser un político, alguien que ha de trabajar para la ciudadanía. Este rey es un gran ejemplo de eso, un hombre que antepuso siempre las necesidades de su pueblo, teniendo en cuenta el momento en el que se vivía, a cualquier otro interés personal. Era un hombre entregado en cuerpo y alma a luchar por su pueblo, a defenderlo, a hacerlo crecer, a culturizarlo en la medida de lo posible. Debería ser de lectura obligada para cualquiera que quisiera dedicarse a la política.

–¿Lo echa en falta en el panorama político actual?

–Veo todo lo contrario. Se está esquilmando al ciudadano en el interés propio del partido que manda actualmente. El gobierno que tenemos ahora mismo no es en absoluto consciente de que son nuestros empleados. Al revés. No he visto un gobierno menos entregado a la ciudadanía y menos comprometido con la prosperidad y el verdadero progreso de la gente. Me imagino que es un periodo que tendrá que acabar. La vida son ciclos y esperamos que termine pronto.

–¿Percibe tensión?

–Un buen gobernante lo que debería hacer, entre otras muchas cosas, es conciliar a la ciudadanía, hacer que esté unida en una misma dirección, qué es el país, el progreso, la prosperidad, la cultura, la sanidad, que todo esté encaminado a favorecer al ciudadano. Pero no, todo se ha crispado porque lo que están haciendo es cizañar al país, a unos con otros. Eso no es de buen gobernante, no puede dividir al país en buenos y malos según le va interesando. En 1978 se hizo una Constitución, que fue aprobada por todos los partidos políticos, desde los más rojos a los más de derechas. Todos se pusieron de acuerdo y el país empezó a funcionar de maravilla, con sus defectos, con sus cosas, pero dentro de una democracia y de un respeto a la Constitución. Eso ha desaparecido de repente. En vez de seguir en esa idea de seguir creando, con tus ideas, se ha vuelto hacia atrás, a enfrentar a unos españoles con otros, lo que me parece además un gravísimo error.

–¿Cómo se prepara para meterse en el personaje de Alfonso II?

–Hay un texto maravilloso, escrito por la directora y productora, Marga Llano. Con mucha habilidad ha comprimido en un texto de teatro de hora y media más de 50 años de reinado de Alfonso II. Te sitúa en la época, sobre la que te documentas para ver cómo se vivía entonces y respirar un poco ese ambiente. El diálogo está escrito como se hablaba entonces y eso ya te ayuda mucho, como también lo hace creer en las cosas en las que creía el personaje. Eso es muy importante para un actor, pensar como él. En caso del rey Alfonso II te metes en esa castidad y seriedad. Cumplió lo que se había comprometido a hacer. Eso lo deberían aprender ciertos políticos, que cuando te comprometes a algo y das tu palabra, ante eso no te puedes desdecir.

–Alfonso II fue el primer peregrino del Camino de Santiago, ¿lo ha hecho usted o ha cubierto algún tramo?

Lo hice en los años 90 y a caballo. Éramos cuatro amigos y salimos de Ponferrada y llegamos a Santiago de Compostela. Conseguimos juntar siete días para hacer el Camino. Fue, como dice la canción de Enrique Iglesias, una experiencia religiosa, y también fue espiritual, de comunión con el medio ambiente y con la naturaleza, con esos pueblos de Galicia que son absolutamente alucinantes. Ahora tendríamos que hacer un Camino desde Oviedo, pero haciendo la función de teatro en unos cuantos sitios de la ruta jacobea hasta Santiago de Compostela. Sería como una gira de teatro haciendo el Camino.

–¿Si tiene que elegir entre cine, teatro y doblaje con cuál se queda?

–He trabajado en muchas películas de cine y en doblaje he hecho miles de películas, pero lo dejé hace casi 20 años. Aunque, de cuando en cuando, llegaba alguna película de Bruce Willis y volvía porque lo he seguido doblando hasta que se ha retirado. El cine me encanta, me apasiona y espero seguir rodando películas y series de televisión, pero si tengo que elegir, el teatro no me gustaría perderlo por nada en el mundo.

–En su trabajo de doblaje Bruce Willis ocupa un lugar destacado.

–Doblé prácticamente todo lo que ha hecho, desde la serie "Luz de luna", y lo único que no hice fueron dos películas porque no estaba en España. Había marchado a Rusia a rodar una película y estuve allí siete meses.

–¿Qué cambios ha percibido desde sus inicios en el mundo del doblaje?

–Del doblaje estoy apartado, pero se hace de forma distinta. Antes, si había 3 o 4 personajes en la escena estaban los mismos intérpretes de voces en el atril y era muy bonito. Ahora no, cada uno va y hace lo suyo. Es más tecnológico y menos artístico. Afortunadamente sigue habiendo muy buenos actores y actrices de doblaje, que lo hacen fantásticamente bien. Pero se ha perdido esa calidez, esa verdad y va ganando más la técnica que la calidad interpretativa en general.

–¿Y en la interpretación?

–Hay grandes actores y actrices, pero con otra forma de enfocar la interpretación. Ahora hay muchas cosas nuevas que nos hacen creer que esto es una ciencia exacta y hay no se cuantas escuelas de interpretación y muchas de ellas no son profesionales y dan clases y les tienen muchos años estudiando y esto no va así, desde mi punto de vista. Puede ser alguien protagonista de una serie porque es famoso en Instagram y otro que estudio preparándose no es conocido y no le dan oportunidades. Esto no debería ser así ni que el cine sea siempre subvencionado. Antes no era sí. El productor se jugaba su dinero o pedía un crédito. Ahora esa industria es como si fuera más estatal. El cine tiene que vivir del público, no del dinero público.

–¿Cuáles son los papeles que más le han marcado?

Me considero en constante estado de aprendizaje, ya que siempre descubres cosas nuevas de personajes, de la cultura, del público, o de ti mismo como intérprete. Me han marcado bastante, en el sentido de que me han dado un espaldarazo o me han hecho aprender, cuando hice a las órdenes Luis García Berlanga "La vida de Blasco Ibáñez" y cuando rodé "Yoyes", con la dirección de Helena Taberna. En teatro me han macado varios papeles.

–¿Alguna espinita que tenga?

–No hay que pensar en lo que pudo haber sido y no fue. A lo mejor hubo algún guion que no hice y luego he visto la película y he dicho: "Qué película más buena". Me ha pasado en un par de ocasiones. Otras veces quise hacer un personaje y se lo dieron a otro. Son gajes de este oficio. Mis proyectos en la profesión son seguir trabajando, estando activo, seguir aprendiendo, continuar preparándome y tener mucho trabajo.

–¿Tiene algún proyecto en el horizonte?

–Terminé un par de series de televisión para Amazon y A3 Player, que se estrenarán en otoño. Voy a hacer algo de teatro y espero hacer una gran gira por toda España y venir a Oviedo.

–Siempre ha tenido muchos vínculos con Asturias.

–A Asturias he venido muchas veces. Teníamos unos amigos que tenían casas en Celorio y tengo familia en Gijón, un hermano de mi padre, que era de Bilbao pero se trasladó a Gijón. A Oviedo he venido mucho también. Espero seguir viniendo. Asturias me parece un paraíso.

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