El verano más olímpico: los pequeños realizan en seis centros sociales actividades inspiradas en la cita deportiva parisina

"Recomiendo el taller al 100%, he hecho muchos amigos", dice Samuel Buitrago, de 9 años

En la última fila, en el centro, Covadonga Díaz y Charo Suárez, con los niños del programa de conciliación.

En la última fila, en el centro, Covadonga Díaz y Charo Suárez, con los niños del programa de conciliación. / O. L.

Cruzando el umbral de entrada del Centro Social de Pumarín, avanzado por el pasillo, un trajín de ruido y alboroto llama la atención. Allí, entre una veintena de niños está Youness Alahyene, de nueve años de edad, sentado en una mesa. Frente a él, una página para colorear con una divertida figura y unas palabras que la encabezan. "Ronda Rousey", reza el titular. Prestando atención al monigote, se ve que es una atleta de deportes de contacto. "Estamos pintando fichas de grandes chicas deportistas", explica el pequeño. Y es que la réplica con estética "cartoon" de la célebre judoca y exluchadora artes marciales mixtas es una más de las que se pudieron ver ayer, entre las de otras grandes deportistas femeninas, en el taller del programa de conciliación familiar "Un verano Olímpico". La actividad nace de la Concejalía de Centros Municipales del Ayuntamiento de Oviedo y la acogen seis de sus dependencias hasta principios de septiembre: Pumarín, Vallobín II, La Argañosa, Colloto, Ciudad Naranco y La Corredoria.

"Este año lo hemos dedicado a las Olimpiadas que tendremos en las próximas fechas en París y queremos que los niños aprendan los valores olímpicos", explicó la concejala de gobierno de Centros Sociales, Covadonga Díaz. La edil realizó una visita a la instalación de Pumarín ayer, junto a la delegada de su área, la concejala Charo Suárez, para conocer de primera mano cómo y qué tal funciona el programa de conciliación. Ambas tuvieron oportunidad de compartir unos momentos de distensión y divertimento con los pequeños, interesándose por sus gustos y sentándose con ellos a colorear algunos dibujos. Una visita que durante las próximas semanas ambas responsables municipales esperan realizar, también, a los cinco centros restantes.

En la última fila, en el centro, Covadonga Díaz, y, a su derecha, Charo Suárez, con los niños y niñas del programa de conciliación. | O. L.

Covadonga Díaz y Charo Suárez dialogan con los participantes. / O. L.

Regresando a esos valores que se trata de inculcar en los ovetenses más jóvenes, Díaz tiene claro dónde está la diana. "El respeto, la responsabilidad, la solidaridad, el trabajo en equipo o la capacidad de superar barreras", detalló. Precisamente el último que cita, el de superar barreras lo ejemplificó in situ al señalar la "perfecta integración" de algunos niños que participan en "Un verano Olímpico" y que padecen algún tipo de discapacidad gracias a la simpatía y solidaridad de la que hacen gala todos sus compañeros.

Echando un rápido vistazo alrededor de la sala es evidente que la creatividad de los niños, al menos los de la "selección olímpica" durante este segundo tramo de la iniciativa conciliadora –se inició el 24 de junio y consta de seis, a razón de diez días cada uno– está fluyendo a raudales. Las ventanas están plagadas de todo tipo de recortables que han hecho los menores, que tienen entre seis y doce años de edad.

Junto a la cristalera donde posa sonriente una versión translúcida de la mascota de París 2024, la Phryge olímpica –que toma forma a partir de los gorros frigios, lo cual se eligió como símbolo de libertad–, tiene su sitio fijado Samuel Buitrago, colombiano de nueve años, aunque dice que es "el más mayor" de toda la aula. Le gusta "mucho" ir todos los días al Centro Social de Pumarín, de 8.30 a 14.00 horas, durante el verano. Buitrago, muy espabilado, dice que también le encanta venir porque ha hecho "nuevos amigos" y otorga su sello de calidad a "Un verano olímpico". "Los recomiendo al cien por cien", dice con un espectacular desparpajo al que no le va a la zaga su compañero de mesa, Johansel Pérez, que se suma a la conversación sobre quien es el "decano" de la clase: él tiene diez años.

El verano más olímpico

por la izquierda, Martín López, Martín Valle, Samuel Buitrago y Jacobo Gómez muestran sus trabajos. / O. L.

Pérez, que es de origen dominicano y que lleva en Oviedo desde "chiquitín", al preguntarle por qué le agrada participar en la actividad, esgrime unas razones que casi se acercan a la meditación. "Aquí venimos a que se despeje la mente, hay que salir de casa", afirma el pequeño al que no le falta razón atendiendo a lo calurosas que han sido las últimas jornadas. "Yo vengo a pasarlo bien y jugar al fútbol", sentencia convencido Jacobo Gómez de ocho años. Su respuesta no sorprende, ya que luce con orgullo una camiseta del Real Oviedo.

Jacobo tiene mucha razón, porque no solo dibujan y hacen creatividades, a cubierto, en un aula. "Jugamos al fútbol y otros deportes, tenemos cancha de futbol y baloncesto en el patio con sus porterías y canastas", relata Lorena Fernández, una de las monitorias de la actividad sobre unas actividades al aire libre que no se limitan a salir al atrio del centro social, sino que salen a dar paseos y al parque, tanto a jugar como a compartir un rato en los espacios verdes de la ciudad. Quizá que ayer estuvieran dibujando y no haciendo deporte fuera "mala suerte", pero lo que sí está fuera de toda duda es que están pasando un "Un verano olímpico".

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