Colloto pisa a fondo por la infancia, así es la iniciativa que llevarán a cabo

El pequeño Jorge Valverde llega a la sidrería El Tonel, en Colloto, cargado con una bolsa bien pesada. Lleva piezas de construcción, puzzles, helicópteros, una pizarra mágica, un xilófono. Aunque trae muchas cosas, no es el primero, ni el único, en hacer lo mismo: cuando llega ya hay una gran montaña de juguetes. Y siguió creciendo a lo largo de la tarde, porque Colloto se volcó ayer con una campaña solidaria de recogida de juguetes, con coche de rally incluido y a favor de la ONG Expoacción, en la que los vecinos pisaron a fondo el acelerador de la solidaridad para regalar sonrisas a los niños más necesitados.

La iniciativa parte de Javier Martín y su esposa, María Popescu, conocidos en Colloto por impulsar otras actividades como la visita navideña de Papá y Mamá Noel. El matrimonio ha contado en esta ocasión con la colaboración de la corredora de rally Vane Martínez, que trajo su vehículo de competición y lo aparcó en plena entrada del bar, para hacer efecto llamada. Y vaya si funcionó. "Generalmente se recogen juguetes en Navidad, pero lo hacemos en verano para cambiar un poco", afirma la piloto, que conduce un modelo histórico: el Citroën AX GT.

"Colloto es un pueblo muy solidario, la gente siempre se implica", explica Javier Martín, que además también colabora en ocasiones con el hogar infantil que hay en la localidad. Es el primer año que impulsa una iniciativa de este tipo, pero ya se mostraba satisfecho con los resultados que estaban obteniendo a primera hora de la tarde de lo cual daban fe los peluches, vehículos y pupitres que sobresalían de la montonera.

El afán de ayudar de Martín es insaciable y sin terminar la recogida ya miraba hacia la edición del año que viene. En esa próxima cita piensa invitar a participar a más deportistas asturianos de renombre con los que tiene contacto, para darle a la causa "la mayor notoriedad posible".

David Santos y su hijo, con el mismo nombre, que también estaban allí, son los responsables de Expoacción en la Cuenca del Caudal y los encargados de recoger los juguetes donados. "Menos mal que traje la furgoneta", bromeaba Santos padre, ante tal cantidad de muñecos y artefactos para los más pequeños. Ojalá siempre fuera así.

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