Emotiva despedida a José Manuel Suárez Bocero, una persona "excelente" y "leal"

El asesor del PP fue un hombre «siempre sonriente» y «dispuesto a ayudar», dicen los asistentes a su abarrotado funeral en San Juan el Real

Oviedo dio su último adiós ayer, de forma multitudinaria, a José Manuel Suárez Bocero. Una basílica de San Juan el Real abarrotada acogió un funeral en el que la ciudad despidió al asesor y exconcejal del PP en el Ayuntamiento de Oviedo. Bocero, de 45 años, falleció este lunes tras sufrir un derrame cerebral en la madrugada del jueves al viernes, lo que pilló por sorpresa y dejó roto a su círculo de allegados y a todo Oviedo. El consenso de familiares, amigos y compañeros de Bocero que asistieron al sepelio fue que con su muerte se ha perdido, sobre todo, a un "hombre excelente", "leal", a una "buena persona siempre dispuesta a ayudar".

"Se fue un amigo, se fue una gran persona. Yo creo que la demostración está clara", dijo el alcalde, afectadísimo, mientras señalaba a la gran multitud que rodeaba el coche fúnebre a la salida de la ceremonia. El alcalde protagonizó, junto al viudo, Álvaro Fernández, uno de los momentos más emotivos de la misa. Ambos estaban en el primer banco, separados por el pasillo. En el momento de darse el saludo de paz, Canteli avanzó hacia Fernández y ambos se encontraron a medio camino, ante el altar, culminando el estrechón de manos en un cálido abrazo que inició el regidor, que fue quien casó a la pareja en 2019.

Para el primer edil, Bocero fue ejemplo de optimismo, gracias a "esa sonrisa que llevaba siempre" y a sus "ganas de ayudar y colaborar" de las que hacía gala. "Ya lo conocía de antes, pero estuvo conmigo cinco años de forma directa; y si yo estoy veinte años, veinte estaría a mi lado", ensalzó el regidor.

Para Canteli, se ha perdido un hombre y un marido "excepcional". "Creo que con su adiós perdieron las dos familias", expresó el regidor, refiriéndose también a la política

El alcalde acudió al funeral acompañado del equipo de gobierno del Partido Popular al completo. El dolor por la muerte del asesor, que ejerció como concejal en el mandato 2003-2007, se percibía en todos los talantes. Entre ellos, una de las más afectadas fue la edil de Juventud, Festejos y Centros Sociales, Covadonga Díaz, que estaba muy unida a Bocero. Ambos se conocieron hace más de 25 años al ingresar en Nuevas Generaciones y su crecimiento en el partido y su actividad política han discurrido en paralelo desde entonces. "He perdido a un compañero, a un amigo", expresó la concejala entre lágrimas, añadiendo que la perdida la deja "rota". "Es muy triste lo de hoy", remató.

Además del equipo de gobierno, la presencia de integrantes del PP asturiano fue numerosa. Por parte de la agrupación ovetense del PP estuvo presente en el funeral su presidente, Agustín Iglesias Caunedo, y el secretario, Gerardo Antuña. Precisamente a este último Bocero le sucedió en el cargo de presidente de Nuevas Generaciones en la capital del Principado, una responsabilidad que asumió entre 2002 y 2006. Este puesto recae actualmente en Manuel López Purón, que también asistió al sepelio.

"Toda la familia del Partido Popular está hoy desolada", manifestó el vicepresidente segundo de la Junta del Principado, José Agustín Cuervas-Mons, que coincidió en que Bocero era una "excelente persona", además de "trabajador" y "comprometido". El diputado destacó que el fallecido era "apreciado por todos" y destacó su educación y amabilidad. Cuervas-Mons, que acudió junto a Beatriz Polledo, Luis Venta y Sandra Camino, del Grupo Parlamentario Popular, lamentó la partida de su compañero a tan corta edad y la definió como un "golpe incomprensible de la vida".

"Le conocí como concejal en 2004 y opino como todo el mundo, que era una magnífica persona", manifestó el portavoz del PSOE en el Ayuntamiento, Carlos Fernández Llaneza. En el funeral también se vio a su compañera del grupo municipal, Marisa Ponga, a la concejala de Vox Alejandra González.

El desarrollo del funeral estuvo marcado por la emotividad y lo ofició el párroco de San Juan, Francisco Javier Suárez. El religioso habló en su sermón sobre los misterios de la muerte y como la humanidad se rebela ante ella, especialmente cuando "golpea" a una persona en la niñez o en la juventud madura. "Ahora José Manuel tiene todas las respuestas de por qué el señor le ha llamado en este momento", dijo Suárez, quien, tras sus reflexiones, pidió a las bancadas dedicar un minuto de silencio y oración por el alma del fallecido.

La ceremonia tuvo dos intervenciones. Una la protagonizó el tío paterno, Pedro Suárez Conde, que le dedicó a su sobrino un breve poema. "Puedes llorar porque se ha ido, o puedes sonreír porque ha vivido; puedes cerrar los ojos y rezar para que vuelva, o abrirlos y ver todo lo que ha dejado", rezaban los primeros versos de un texto que, lamentando la pérdida, invitaba a mirar todo lo bueno que nos ha dado una persona que ya no está.

Luismi Berandón fue el otro que se subió al atril y definió a Bocero como su "mejor amigo", una amistad que también tiene sus raíces en el Partido Popular. "No puedo concebir que este sea el fin definitivo de la vida de un hombre bueno sin matices que justo se va en la etapa más feliz de su vida", fueron algunas de las palabras que le dedicó Berandón, que se dirigió directamente a José Manuel Suárez, Amelia Bocero y Jorge Suárez, padres y hermano, respectivamente, de Bocero.

El funeral concluyó con el coro de la iglesia cantando, al órgano, la salve marinera. El asesor del PP era muy devoto de la Virgen del Carmen, cuya festividad se celebró ayer. "Habría estado, probablemente, en Tapia de Casariego con su marido viendo la procesión", afirmó el párroco, justo antes del traslado de los restos del fallecido para su posterior cremación.