Turistas en Oviedo, buena, bonita y sabrosa: "Ahora entiendo el porqué de ‘Asturias, patria querida’"

Los primeros visitantes del verano alaban el buen clima, la belleza de calles y edificios y la comida local

Diego Sánchez

Oviedo sigue siendo, año tras año, uno de los lugares más visitados de Asturias, pero no por ello deja de seguir sorprendiendo a los visitantes en el periodo estival. La capital del Principado, coinciden casi todos, seles muestra como una ciudad especialmente bonita, muy agradable por su clima y con una oferta gastronómica envidiable.

"Hay más de un motivo para sorprenderse", resume Mari Carmen García, que ayer visitaba la ciudad junto a su marido, Óscar Vázquez, y sus hijas, Emma y Clara Vázquez. A esta turista sevillana le llamaron la atención los edificios, "tan diferentes". Su esposo ensalzaba "el entorno privilegiado de la ciudad". Procedentes del Sur, la familia también se contentaba por "lo agradable del clima en verano", motivo por el que la más pequeña de las hijas, Clara Vázquez, zanjaba: "Me gusta más Oviedo".

Clima y singularidad en las edificaciones eran también los aspectos en los que coincidía otra familia andaluza, los gaditanos Raúl Alfaro, Laura López y Noah Alfaro. Era la primera vez que visitaban Oviedo y alababan "incluso las casas y los edificios normales, todos son bonitos". Sobre el clima, "muy contentos, es demasiado agradable".

No eran los único perplejos ante las temperaturas ovetenses. María Delgado, llegada desde Fuerteventura, junto a Juan Carlos Mateo, Mar Bravo y Manuel Mateo, lo veía como "un ambiente perfecto, donde se está muy a gusto". La familia canaria añadía "lo distintas que son las casas y los edificios" con respecto a los de las islas. Sin irse tan lejos para encontrar diferencias, desde Toledo, la pareja formada por Roberto Saavedra y Ainhoa Moreno insistía en la singularidad de las edificaciones, "incluso comparadas con las de León". También habían visitado la Catedral y la plaza del Fontán y tenían previsto seguir por la tarde con "las iglesias del Naranco y ver desde allí el atardecer".

El efecto sorpresa de Oviedo funciona "incluso viniendo a Asturias desde hace varios años". Eso es lo que opinaba Lucía Prado, que visitaba la Catedral junto a Pilar Hernández, José María Marco, Gonzalo Blanco y Lucía Prado. Este grupo madrileño lleva "muchos años" yendo a Navia, identificándose casi como "medio naviegos" pero esta vez habían cambiado la ría por el entramado urbano ovetense. Ayer andaban "en busca de un buen pote asturiano", aunque admitían que "en verano no es fácil encontrarlo". En todo caso, concluían, "aquí se come bien en cualquier sitio". Parecido aplauso para las mesas ovetenses lo ofrecían los madrileños Juan Manuel Sánchez y Rocío Martín, que estaban buscando "un sitio donde disfrutar de la comida".

Los elogios venían también de los propios ovetenses, como Covadonga Villanueva. "La ciudad es tan bonita", bromeaba, "que no importa hacer de guía turístico". Ayer le tocó pasear por la plaza de la Catedral con un grupo de amigos madrileños formado por Héctor Ramos, Cristina Rodríguez, Francisca Medina y Eusebio Ramos. A la sombra del Salvador, que Héctor catalogó como "una auténtica maravilla". La belleza de la Catedral es algo en lo que la mayoría de los visitantes coincide. "Quita el aliento", apuntaba Pedro Antonio Nieto, natural de Ciudad Real, que pasaba por la Oviedo junto a María José López y Laura Nieto, su familia. El ciudadrealeño añadía entre risas: "Ahora entiendo el porqué de Asturias, patria querida".

De todos modos, Oviedo nos es solo un imprescindible para el turismo nacional, ya que atrae a visitantes de varios puntos del globo. Desde Toulouse, Francia, llegaba la familia Bristiel, compuesta por Frederic, Sylvie, Maeva y Lisa. Describían Oviedo como una "ciudad con buena comida", y Frederic añadía que "se habían sentido muy acogidos", además de que "la comida era espectacular". La capital del Principado se muestra como un destino grabado en las agendas de turistas nacionales e internacionales con todas las bendiciones: buena, bonita y sabrosa.

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