La cantera científica de La Corredoria se curte en el Incar: "Está siendo una experiencia única"

Cuatro alumnos de 15 años se adentran esta semana en el equipamiento ovetense, donde trabajan junto a sus investigadores en dos proyectos, con sensores y materiales

En primer término, por la izquierda, Rocío Bejeda, Lucas Céspedes, Miriam Martínez y Aitana Molina, con María González y Lucía Quintana, detrás, posan en uno de los laboratorios del Incar.

En primer término, por la izquierda, Rocío Bejeda, Lucas Céspedes, Miriam Martínez y Aitana Molina, con María González y Lucía Quintana, detrás, posan en uno de los laboratorios del Incar. / Fernando Rodríguez

La última semana del curso para cuatro alumnos del IES La Corredoria se ha alejado sorprendentemente de las aulas. El Instituto de Ciencia y Tecnología del Carbono (Incar), ubicado en el populoso barrio ovetense, está acogiendo por primera vez en Asturias el programa "Científic@s en Prácticas" en el que estudiantes de 3º de la ESO se han adentrado en los laboratorios del Incar. Bajo la supervisión de sus investigadores, los quinceañeros Aitana Molina, Miriam Martínez, Lucas Céspedes y Rocío Bejega trabajan en dos proyectos por parejas. "Está siendo una experiencia única", coinciden los jóvenes.

Rocío Bejeda y Lucas Céspedes lavan unas algas en el laboratorio.

Rocío Bejega y Lucas Céspedes lavan unas algas en el laboratorio. / Fernando Rodríguez

El programa lo hace la Asociación Española para el Avance de la Ciencia y del CSIC. En el participan otros centros adscritos al CSIC de Galicia, Baleares y la Comunidad de Madrid. Zoraida González y Ana Cabanillas son las investigadoras responsables del programa. "Tenemos un proyecto con alumnos de 2º de Bachiller, pero nunca habíamos tratado con gente tan joven. Durante la semana que están aquí ven el proceso completo de lo que es un proyecto científico", explica González. Los alumnos cuentan con la supervisión de estudiantes que hacen el Doctorado en el Incar, como María González y Lucía Quintana.

El binomio formado por Rocío Bejega y Lucas Céspedes trabaja en la sintetización de materiales de carbono para hacer tintas y sensores. Su herramienta de trabajo han sido las algas, que recogieron de la playa de Salinas para lavarlas y detectar en ellas contaminantes que deben ser eliminados después. Ambos están convencidos de que estudiarán el doble grado de Matemáticas y Física. "No se parece nada a las clases. Dan ganas de trabajar aquí", confirman.

Miriam Martínez y Aitana Molina trabajan en "la caja seca" bajo la supervisión de Ignacio Cameán.

Miriam Martínez y Aitana Molina trabajan en "la caja seca" bajo la supervisión de Ignacio Cameán. / Fernando Rodríguez

Especializadas en materiales durante estos días, Miriam Martínez y Aitana Molina no tienen tan claro aún su futuro académica, aunque éste irá ligado a las ciencias o la ingeniería. Del Incar, destacan "el equipamiento y el ambiente" mientras trabajan con Ignacio Cameán en una máquina llamada "la caja seca". Este equipo trabaja con productos que explotarían si entrasen en contacto con el oxígeno o el agua y con él montan por ejemplo pilas de ion sodio o ion litio.