Opinión | Obituario

Ramón F. Mijares

Adiós a Luis Rafael García, cantante, guitarrista y gran amigo

La pasada madrugada falleció mi amigo Luis García.

Nos conocimos en el año 1975. Yo estaba haciendo la mili en el cuartel del Milán y Luis la había terminado hacía poco (aunque éramos de la misma edad, él la hizo de voluntario). Fue mi compañero de cuartel Jesús Fernández Baño (Chus el Chuncho) quien en los días de asueto me llevó al Bar Sport, donde paraba habitualmente Luis, que había coincidido con Chus en el último trimestre de su mili y enseguida se encendió la chispa de la amistad basada, principalmente, en la música ya que Luis era un buen guitarrista y cantaba muy bien con una bella voz de tenor.

Hay que decir que Luis, además, era tan guapo que era conocido como "El perchas". Su afición por el canto le venía de familia por su padre Luis y sus tíos Emilín y Falín, ambos jugadores del Real Oviedo (que esperemos vuelva hoy a primera), que tenían una tertulia canora en la parte de atrás de Casa Manolo, en la calle Altamirano. Emilín era famoso por meter goles desde el córner.

Al modo de su padre y sus tíos iniciamos nosotros otra tertulia musical en el Bar Sport, bajo los auspicios del gran Cesu Sport. Enseguida apareció por allí José Monzón Álamo (Pepe Monzón), a la sazón residente de nefrología en el Hospital General de Asturias. El primer día que apareció ya se formó un cuarteto, que duraría varios años, compuesto por Pepe, Luis, Chus y el que suscribe. Principalmente cantábamos canciones argentinas (zambas, cuecas) y venezolanas (joropos, merengues, polos margariteños).

En el año 1979 yo decido casarme y Luis decide llamar a Guillermina (que había sido su novia) a Venezuela para hacer lo propio y también se casa. Yo tuve dos hijos varones y Luis tuvo dos hijas.

Nuestra relación continuó constante y prácticamente diaria, hasta que en 1985 Luis decide irse con su familia a Venezuela adonde fuimos a visitarle en 1986, viajando con ellos desde Caracas a la bahía de Cata y a la Isla Margarita.

Después de mucho insistir, consigo que vuelvan a Asturias, donde retomamos nuestra relación asidua, basada casi siempre en la música.

Aparte de su condición de cantante y guitarrero, destacó Luis como maraquero o tañedor de maracas venezolanas, hasta el punto de que muy pronto fue fichado por el grupo "Vuelta Abajo" como maraquero oficial, con los que estuvo tocando hasta hace bien poco. Desgraciadamente, de unos años para acá la salud le traicionó miserablemente, hasta que no pudo más y hoy nos acaba de dejar.

Quedan sus maravillosas y guapísimas hijas Marta y María, y sus cuatro nietos. El mayor, Luis, acaba de terminar la carrera (de lo que su abuelo estaba muy orgulloso) y el pequeño Akira, hijo de María, que vive en Ibiza.

Querido Luis, mi amigo del alma, te vamos a echar de menos.

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