Un sentimiento azul intergeneracional: así es la bonita relación entre Cazorla y Yayo, veterano y benjamín del centro del campo

Cazorla, veinte años mayor que Yayo, es el "consejero" del canterano azul en El Requexón

A la derecha, Cazorla con Yayo, vestido con el uniforme del colegio, en una foto de 2014 en la plaza Pedro Miñor. A la izquierda, ambos futbolistas en El Requexón

A la derecha, Cazorla con Yayo, vestido con el uniforme del colegio, en una foto de 2014 en la plaza Pedro Miñor. A la izquierda, ambos futbolistas en El Requexón / R. O. / LNE

Joaquín A. Cuesta

Joaquín A. Cuesta

Cuando Yayo, jugador del Real Oviedo, nació, Santi Cazorla tenía 20 años. Justo un año antes, "El Mago" salió de El Requexón en busca de un sueño, y el primer paso lo dio en Villarreal. Ese mismo año debutó en Tercera con el filial y poco después, cuando Yayo venía al mundo, el llanerense hacía su debut en Primera División con la elástica amarilla ante el Deportivo de La Coruña. Ahora, comparten vestuario, vivencias, partidos y aspiran a ascender con el Oviedo. Una suerte para Yayo, que con solo diez años ya fardaba de foto con Cazorla.

El canterano nació cuando el Oviedo en Tercera. Aún así, sintió los colores desde pequeño, porque así se lo inculcaron en casa. Iba al colegio mientras Cazorla destacaba como uno de los mejores jugadores de Europa. Cuando el medio llanerense consiguió levantar su primera Eurocopa con la selección, Yayo tenían tan solo cuatro años. Cuando lo hizo por segunda vez, ocho. Y ahora juegan juntos. "Siempre hablamos de la suerte que es tener a un mentor así a tu lado. Yayo habla maravillas de Santi porque se porta muy bien con él; al ser tan joven, le tiene un cariño especial", dice Javier González, padre de Yayo, que fue quien le inculcó el sentimiento por el conjunto carbayón.

El joven canterano, que debutó con el primer equipo a las órdenes del Cuco Ziganda frente al Andratx en la eliminatoria de Copa en 2022 con apenas 18 años, pide consejo y se siente respaldado por Cazorla en el día a día.

A la izquierda, Santi Cazorla, de blanco, junto a su hermano Nando. A la derecha, Yayo, con la camiseta del Oviedo, junto a su familia.

A la izquierda, Santi Cazorla, de blanco, junto a su hermano Nando. A la derecha, Yayo, con la camiseta del Oviedo, junto a su familia. / LNE

"Santi le anima porque Yayo lleva un año muy complicado. La temporada con el Vetusta ha sido muy dura para él. Es cierto que lo ha jugado todo con ellos, pero el palo del descenso le entristeció mucho", explica el padre de un jugador que solo ha podido jugar con el primer equipo cinco minutos en lo que va de temporada.

"Cazorla le dice a mi hijo que esté tranquilo, que su momento llegará", dice el padre de Yayo

"Cazorla le dice que tranquilo, que ya llegará su momento. Es un apoyo enorme, y más, viniendo de un tipo como Santi, con la trayectoria que ha tenido", comenta. Un año agridulce para Yayo, que está a las puertas de contar en su historial con un ascenso a Primera División. "Él no participa mucho en el campo, pero lo vive con mucha emoción porque es muy oviedista. De hecho, creo que Silvino, el utillero, y él, son los dos hombres que más años llevan en el club", indica el padre de Yayo, ese mismo chaval que tras el pitido final en Ipurúa durante el partido con el que el Oviedo se clasificó a la final del play-off, lloró durante diez minutos desconsolado. "Soltó toda la presión. Llevaba mucho dentro y por algún sitio tenía que salir. Para él es una suerte estar viviendo todo esto y más, si es al lado de alguien como Cazorla", cree.

Cazorla regresó al club de su alma tras cosechar una trayectoria brillante en el fútbol mundial. El ‘consejero’ de Yayo firmó el contrato feliz por volver al Oviedo, pero sin duda, uno de los que más se emocionó con este regreso fue Nando Cazorla, su hermano, que ahora vive el posible ascenso de los azules con muchos nervios y emoción. "Estamos sufriendo por no poder verle sobre el césped, pero como aficionado hacía mucho tiempo que no veía una temporada como esta. Es perfecta", dice Nando, que cree que su hermano es el mejor espejo en el que mirarse que puede tener un joven futbolista. "Santi siempre va a estar ahí para ayudar, tanto en lo deportivo como en lo personal. Supongo que Yayo le verá como un referente, y no puede tener mejor figura para mirarse", destaca el hermano de la estrella azul.