"Los del barro somos nosotros, no los VIP": así son las quejas de los aficionados desplazados de la tribuna Lángara

Los desplazados de la tribuna Lángara afean la decisión del Oviedo de moverlos para construir palcos: "Es un escándalo"

Arriba, por la izquierda, Juan Tuero, Eva García y Sofía Tuero, junto a su padre, Alejandro Tuero, en silla de ruedas, en la tribuna Lángara del Tartiere, durante un partido del Real Oviedo. Abajo, Jesusina y José Peliz junto a Víctor Asensi, en el municipal carbayón. En el círculo, Fernando Fernández, en su localidad de la grada este. | LNE

Arriba, por la izquierda, Juan Tuero, Eva García y Sofía Tuero, junto a su padre, Alejandro Tuero, en silla de ruedas, en la tribuna Lángara del Tartiere, durante un partido del Real Oviedo. Abajo, Jesusina y José Peliz junto a Víctor Asensi, en el municipal carbayón. En el círculo, Fernando Fernández, en su localidad de la grada este. | LNE

Joaquín A. Cuesta

Joaquín A. Cuesta

Alejandro Tuero se cayó por las escaleras de la puerta 17 de acceso al Tartiere en el año 2014 mientras acudía a ver un encuentro de su equipo del alma, el Real Oviedo, ante el Compostela. Como resultado, Tuero se quedó en estado vegetativo permanente. Aun así, sigue yendo fielmente cada fin de semana a ocupar su sitio en la tribuna Lángara en cada partido de los azules. Ahora, tras la decisión del club carbayón de mover a 542 hinchas de la tribuna este para construir 23 palcos VIP, no podrá volver a hacerlo.

"Los del barro somos nosotros, no los VIP"

"Los del barro somos nosotros, no los VIP" / Joaquín A. Cuesta

Son muchos los aficionados, fieles "de toda la vida" al Oviedo, que tenían su asiento en Lángara, la tribuna con más solera del Tartiere, donde se sentaban la mayoría de socios de Oro (los que llevan más de cincuenta años abonados al club) y que ahora han sido reorganizados dentro del municipal carbayón, perdiendo uno de los mejores sitios del campo y quedando relegados a zonas de peor visibilidad y menos confort.

"Los del barro somos nosotros, no los VIP"

"Los del barro somos nosotros, no los VIP" / Joaquín A. Cuesta

El Oviedo es consciente de las molestias ocasionadas y ha tratado de recompensar a los abonados que han sufrido estos desplazamientos con una rebaja de "prácticamente la mitad" del precio de la renovación y el bloqueo durante las próximas cinco temporadas de los asientos que queden libres en la Lángara para que puedan cambiarse a su gusto –especialmente los grupos de amigos y familiares que queden separados por las medidas–. Además, el presidente de la entidad azul, Martín Peláez, se compromete a llamar a algunos de los socios más veteranos para pedir disculpas y tratar de buscar una solución que sea beneficiosa para todos.

Sin embargo, parece que poco se puede hacer ya para que los desplazados recuperen sus sitios de siempre, ya que, según indican desde el Oviedo, "aunque nos duela a todos, es una medida necesaria para seguir modernizando el estadio".

Son tantos los afectados que un grupo de ellos se han organizado para recoger firmas en contra de la medida y, en este punto, ya van camino de acercarse a las 1.125. "Nosotros vamos quince amigos de toda la vida y llevamos diez años sentándonos juntos allí; ahora nos separan", dice Víctor Asensi, uno de los afectados por los desplazamientos, que se ha visto reubicado en un córner de la grada Ería. "Hay matrimonios separados que se están planteando, tras más de cincuenta años de socios, no renovar. Es una pena enorme y un escándalo monumental", lamenta este aficionado.

Allí conoció Asensi a la familia Tuero, que, además de tener que sufrir el cambio de localidades, no podrán llevar a Alejandro al estadio al no haber un sitio para situar la silla de ruedas. Este es el otro gran problema por el que el Oviedo todavía no ha ofrecido una respuesta. En Lángara era de los pocos sitios donde se podían poner las sillas de ruedas dentro del municipal carbayón, por lo que muchos aficionados con patologías no podrán acudir, a falta de una solución por parte del club, a ver los partidos del Oviedo. "La depresión que nos causó no ascender se ha visto alargada por este mal trago", dice Eva García, la mujer de Alejandro, que necesita una solución para poder seguir llevando a su marido al campo. "Él no se entera de mucho, pero sé que le hace mucha ilusión porque es un oviedista de libro. He intentado ponerme en contacto con el club pero no cogen el teléfono. Nos dijeron que nos avisarían por correo pero a nosotros no nos ha llegado nada. ¿Alguien ha contado con las sillas de ruedas? Nosotros seguiremos renovando porque llevamos al club en el corazón, pero esto no se hace, y menos, con estas formas con las que lo han hecho. Los que hemos estado viendo al Oviedo en el barro somos nosotros, no los VIP", critica García.

Fernando Fernández es otro de los discapacitados que necesita una solución urgente. Desde su terrible accidente de tráfico en 1988, se desplaza en scooter debido a su parálisis. El club lo ha reubicado en la tribuna Herrerita. "Espero no tener ninguna complicación porque yo quiero seguir yendo a ver los partidos de mi Oviedo", comenta esperanzado este aficionado, uno de los 542 que espera una solución por parte del Real Oviedo. Mientras, solo les queda soñar con lo deportivo.

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