Un millón largo de urgencias en una década marcada por el covid

"Todo el mundo es esencial, desde el que limpia hasta el jefe; la atención rápida va en cadena", destaca el médico Luis Antuña, director de una unidad con una imparable demanda al alza desde la pandemia

Beatriz García, enfermera y supervisora de unidad; Pablo Herrero, médico y jefe de sección; Fermina Menéndez, supervisora de Enfermería; Luis Antuña, médico y director de la unidad de Gestión Clínica de Urgencias; Pablo Rubiales, médico y jefe de sección, y Verónica Fernández.

Beatriz García, enfermera y supervisora de unidad; Pablo Herrero, médico y jefe de sección; Fermina Menéndez, supervisora de Enfermería; Luis Antuña, médico y director de la unidad de Gestión Clínica de Urgencias; Pablo Rubiales, médico y jefe de sección, y Verónica Fernández. / Fernando Rodríguez

Mariola Riera

Mariola Riera

Define la Real Academia como urgencias, entre sus distintas acepciones, a la "sección de los hospitales en que se atiende a los enfermos y heridos graves que necesitan cuidados médicos inmediatos". Pues esto y algo más hacen en la sección de Urgencias del Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA), en Oviedo, un servicio que no ha dejado de crecer en asistencia en los últimos diez años. Desde junio de 2014 –cuando se estrenó el nuevo edificio– hasta ahora, más de un millón largo de personas han sido atendidas por su equipo de profesionales (en torno a 350 sin sumar los MIR de diversas especialidades que pasan guardias), a tenor de un aumento imparable año tras año que sólo quebró la pandemia de covid en 2020.

Decir que las Urgencias del HUCA hacen su trabajo y algo más no es baladí. Porque hoy por hoy la unidad está por encima con creces de su capacidad asistencial. "Lo ideal serían 300 pacientes al día. Estamos en torno a 370, con picos de 450...", apunta el principal responsable de la sección, Luis Antuña, director de la Unidad de Gestión Clínica de Urgencias. Ninguno del equipo olvida la jornada durante las pasadas fiestas navideñas, cuando se atendieron 503 personas. "Es nuestro récord por ahora", reseña el jefe de sección Pablo Herrero. "Salió adelante, como siempre. Se hizo y se cumplió. Gracias al trabajo conjunto, todo el mundo se implica", remata Fermina Menéndez, supervisora de unidad de enfermería en Urgencias.

Ese "todo el mundo" tampoco está de más recalcarlo. "En Urgencias, el trabajo en equipo es fundamental. Aquí todos son muy importantes. Desde el jefe hasta los que limpian. Todos. La atención rápida va en cadena. Si se libera una sala debe limpiarse a tiempo porque será determinante en poder atender lo más pronto posible la siguiente urgencia. La rapidez de un celador para transportar un paciente en camilla, la habilidad de enfermería... Todo es sumamente importante", describe Antuña ante el asentimiento del resto de compañeros.

Un millón largo de urgencias en una década marcada por el covid

Médicos y enfermeros, trabajando en un módulo. / Fernando Rodríguez

Podría decirse, por echar mano del refranero, que en el pecado llevan la penitencia. Atienden a todo el mundo y lo hacen tan bien –tienen un bajo índice de quejas y reclamaciones al año, poco más de 100– que por eso están a tope: "Desde hace 20 años crece la demanda y se ha incrementado a un ritmo mayor de lo esperado desde pandemia". Muchos han convenido en llamar al servicio "el cajero automático" del área sanitaria central, por cierta tendencia que se ha detectado entre los usuarios de acudir al HUCA por Urgencias para tratar cuestiones de salud que bien podrían esperar al médico de cabecera o cuando cite el especialista.

"En Urgencias se solucionan los problemas, la población lo sabe y viene a nosotros", resume Antuña. "Lo único en que nos parecemos a un cajero automático es en que damos cobertura 24 horas los 365 días al año. A partir de ahí... No me gusta la definición". Pablo Herrero advierte de que su labor es atender al paciente y éste no es quien debe decidir si su dolencia es grave o no. "Eso es cuestión nuestra, de los profesionales. A partir de ahí la gente debe entender que cada problema es distinto y en unos casos puede esperar más tiempo y en otros se atenderá de forma inmediata. Nosotros clasificamos. Creo que es injusto pedir a la gente que se autoevalúe, eso es nuestra responsabilidad. Hay que tener en cuenta que la salud es lo más querido, lo que más preocupa a una persona y en cuanto le pase algo irá por supuesto a donde más rápido sienta que le van a hacer caso", relata Herrero.

Un millón largo de urgencias en una década marcada por el covid

La doctora María Daván, pasando consulta. / Fernando Rodríguez

Está el equipo sanitario que trabaja en Urgencias formado por profesionales que se podrían denominar "todoterreno". Porque ven a todo tipo de pacientes con todo tipo de dolencias y a todos los niveles, es una asistencia transversal... ¿Estresante? "Sí, bueno, pero se lleva bien. Y esto acaba enganchándote. Yo diría que esto es un caos organizado. Nuestro caos y la colaboración de todos ayuda", asegura Fermina Menéndez. "Eso quedó muy demostrado cuando el covid. La gente lo dio todo, al 120%... Ahora bien, también es cierto que o te enganchas a Urgencias pronto o no podrás estar aquí. El personal que pasa quiere regresar en un 80%".

Basta dar un paseo por la unidad para hacerse idea de la inmensidad de las Urgencias, tanto por la cantidad de profesionales que están movilizados como por la diversidad de los pacientes que pasan por sus pasillos, salas, boxes... El procedimiento en sencillo y se repite cientos de veces al día: admisión, triaje para valorar el nivel de gravedad y a partir de aquí toca esperar. "Todo el mundo será atendido en su debido momento", resumen.

Que hacen lo suyo y mucho más, por volver al principio, se demuestra también con un episodio que todos destacan. Porque si fue récord atender a más de medio millar de enfermos en un día, no menos lo ha sido, literal, resucitar a un muerto. Las urgencias del HUCA puede que sean únicas que han logrado reanimar a una persona no grave, sino trasladada de la morgue, donde llevaba unas horas, al descubrir que respiraba. Fue en 2018. Nadie lo olvida. "Hay muchas anécdotas, pero esa no tiene rival", zanja Pablo Herrero.

El récord de pacientes atendidos en un día está en 503; la cifra ideal serían máximo 300 personas

Diez años han dado para mucho en el nuevo HUCA y por delante queda también mucho por andar. Luis Antuña no puede olvidar lo difícil que fue echar a andar la maquinaria al estrenar el hospital. Ahora, el reto es otro: "Creo que toca una reflexión de todos sobre qué modelo de urgencias queremos, cómo prestar la mejor asistencia en función de los recursos de qué disponemos". Todo ello para que las urgencias del HUCA sigan siendo lo que han sido y lo que son, en palabras de su responsable: "Un seguro asistencial para los ciudadanos del área sanitaria". Ni más ni menos.

Suscríbete para seguir leyendo