La venganza del tendejón: condenada a 18 años de cárcel por instigar hasta tres incendios en casa de su cuñado en Siero

El autor material de los hecho que sigue vivo aceptó siete años | La condenada sopesa recurrir la sentencia dictada por la Audiencia

Los acusados, durante la vista del juicio.

Los acusados, durante la vista del juicio. / Luis Vega

Luis Ángel Vega

Luis Ángel Vega

Rosa María Á. A., Rosi, acusada de instigar hasta tres incendios en casa de su cuñado y la cuidadora de éste, en Mieres de Limanes (Siero), a finales de 2016 y principios de 2017, ha sido condenada a 18 años de cárcel. Uno de los dos autores materiales, Cristian S. C. (el otro falleció hace unos años), fue condenado a su vez a siete años, tras reconocer los hechos y consignar una parte de las responsabilidades civiles. Todo fue por no estar de acuerdo con el reparto de la herencia, en concreto de un tendejón habilitado para vivienda de la cuidadora de su cuñado. La condenada sopesa recurrir la sentencia.

La pena impuesta es la solicitada por el ministerio público, quien eliminó su petición alternativa de un delito menor de incendio, al considerar que los fuegos pusieron claramente en riesgo la vida de las dos víctimas. La acusación particular, a cargo de la letrada Elena Arrieta Madiedo, pedía 21 años de prisión. Cristian S. C., defendido por el letrado de Pola de Siero José Carlos Villa Fernández, utilizó su turno de palabra al final del juicio para reconocer abiertamente los hechos y pedir perdón a las víctimas, dos septuagenarios que han acusado psicológicamente el acoso al que fueron sometidos. 

La acusada negó en la vista del juicio, celebrada el día 1 en la sección segunda de la Audiencia Provincial, tener animadversión alguna hacia las víctimas, aunque si llegó a decir que se había metido "donde no tenía que meterse". En el juicio faltó uno de los implicados principales, Adolfo A. R., un amigo de Rosi al que Cristian habría acompañado para provocar los incendios, y que no ha podido comparecer porque falleció en Langreo en 2018.

Rubén Fernández, abogado de la acusada, había negado que hubiese prueba de cargo contra su defendida y pedido la libre absolución. Abonó la tesis de que los incendios habían sido causados por otros vecinos del pueblo, aprovechando la enemistad de su defendida con las víctimas. Se aferró a que la declaración del coautor de los hechos vivo no fue lo suficientemente clara. Finalmente pidió al tribunal, presidido por la magistrada María Luisa Barrio, que se apiadase de la acusada, por tratarse de "una desgraciada mujer" y porque el derecho le asistía. Sin embargo, los jueces no lo han visto así.