La quinta de los años treinta: el Hogar del Pensionista El Carmín de Pola de Siero homenajeó a sus mayores

El reconocimiento tuvo lugar en la comida anual del centro, celebrada en Villaviciosa, y en él se entregaron detalles a los seis socios de más de 90 años

Así fue el homenaje a los mayores del Hogar "El Carmín" de Pola de Siero

Lucía Rodríguez

Lucía Rodríguez

Aún no había cumplido los 60 cuando enviudó. Felicita Rodríguez, que toda la vida se dedicó a ser ama de casa y está a punto de cumplir los 91, "nació en Feleches, aunque ya hace más de 30 años que vive en Pola de Siero conmigo", cuenta Begoña Rodríguez, una de sus hijas, que junto a su hermana Ana, acudieron este viernes al homenaje que le ha hecho el Hogar del Pensionista "El Carmín", en un restaurante de Villaviciosa. Y no es la única. Junto a ella, otros cinco socios han recibido hoy un reconocimiento por ser los mayores del centro.

Aurora Díaz recibió los detalles acompañada por uno de sus tres bisnietos, Óscar Camino, muy contento de que "le den el premio a mi bisa". Nació hace 91 años en el Valle del Lago (Somiedo), pero se trasladó a La Carrera (Siero) cuando se casó a la tierna edad de 19 años. "Aquí formó una familia compuesta por cuatro hijos, cinco nietos y tres bisnietos", cuenta una de sus nueras. Tan unida que Díaz no pudo evitar emocionarse al dedicar "este reconocimiento a toda mi familia y dar las gracias al hogar por acordarse de mí y permitirme vivir este momento tan bonito y especial".

Enrique Noste es, en esta ocasión, el único hombre, ya que su compañero y amigo Armando Nevárez, no ha podido acudir al acto. "Quiero mandarle un saludo muy especial, porque hoy no ha podido acompañarnos, y dar las gracias a todos los presentes en su nombre y en el mío propio", comentó Noste, visiblemente emocionado, después de que le entregaran los detalles.

Completaban la lista de homenajeados María Felicita Alonso, María del Carmen Suárez y Ángeles Blanco. Todos ellos recibieron como regalo un reloj, una placa conmemorativa y una botella de vino.

La celebración dio comienzo a las dos de la tarde, con la comida anual, a la que también asistió la concejala de Mayores, Pilar Santianes. Los cerca de 180 asistentes pudieron degustar un menú a base de sopa de marisco, lenguado relleno y cabrito guisado. De postre, tarta de almendra y helado de nata, chocolate y vainilla.

Después de la entrega de detalles a los homenajeados de este año, se realizó un sorteo entre todos los asistentes y la fiesta continuó con un baile que se prolongó hasta las nueve de la noche.